La gente fue al Teatro Universitario no sólo a ver una puesta en escena, sino a buscar algo: un espacio de reflexión o una respuesta de esas que tanto hacen falta en estos días.
Y al parecer lo encontró en la presentación de la Compañía Nacional de Teatro (CNT) que el fin de semana ofreció dos funciones de El día más violento, una obra escrita por Bárbara Colio, dirigida por Mauricio Jiménez, que se basa en la vida –aunque aderezada por ficciones—de dos héroes revolucionarios: Aquiles y Carmen Serdán.
El día más violento no es un trabajo inofensivo: hiere, siembra dudas, da respuestas; el espectador —¡es inevitable!— cree que puede ejercer un cambio positivo en su país: se siente poderoso ante su realidad, luego inofensivo, luego poderoso; el ánimo va cambiando de tintes a medida que transcurre la puesta en escena protagonizada, en el papel de Carmen Serdán, por tres actrices: Teresa Rábago (Vieja), Carmen Mastache (Joven) y Milleth Gómez (Muerta).
El escenario, repleto de andamios, nos avisa que algo está en construcción –la revolución, la patria, uno mismo…todo puede ser— y los integrantes de la CNT nos sorprenden con actuaciones poderosas: Carmen sufriendo su primer ataque de epilepsia; Carmen preparando dulces poblanos; Carmen disfrazada de varón y cargando una maleta de dinero para la revolución; Carmen llorando la muerte de su hermano Aquiles, quien falleció con los ideales intactos, mientras ella acabó apenas herida con una bala que no fue buena ni para matarla.
Carmen –una mujer tan llena de contradicciones: religiosa y liberal, piadosa y violenta– quedó con los ojos abiertos y la conciencia lúcida, viviendo el presente (que hoy es la historia) de México: las sucesiones presidenciales, los repentinos cambios de gobierno; todo lo sufrió.
Francisco I. Madero, Victoriano Huerta, Venustiano Carranza –interpretados, todos, por Juan Carlos Remolina— hicieron pasarela por el escenario; también hubo obreros, zapatistas, federales y heridos, representados por los actores Marco Antonio García, Constantino Morán, Claudio Lafarga, David Calderón, Andrés Weiss y Ana Isabel Esqueira, mientras Rodrigo Vázquez caracterizó a Aquiles Serdán.
La obra, con una propuesta estética y musical idónea, marchaba con intensidad, traslada a aquel México de hace cien años; un México que, en algunos aspectos, comparte un rasgo con el actual: sigue en construcción, intentando avanzar.
La Compañía Nacional de Teatro, que actualmente trabaja bajo la dirección de Luis de Tavira, está cumpliendo con la tarea de descentralizarse y llevar buen teatro al interior de la República. Y a Colima –después de El jardín de los cerezos, que se presentó en noviembre de 2010– le volvió a tocar.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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