POLÍTICA AL DESNUNDO

NONANTZIN MEDINA DE LA HELGUERA | Opinión | 05/07/2014

“LEY CHALECO”, ¿IDENTIDAD ESCONDIDA? Desde la aprobación de la reforma al artículo 15 de la Ley de Transporte para el Estado de Colima, en la entidad el debate por esta modificación a la que se ha nombrado “Ley Chaleco” y que obligará a todo usuario de motocicletas utilizar un chaleco con el número de placas, ha dejado entrever varios aspectos.

El primero, que el Congreso del Estado, o la fracción que cuenta con la mayoría – PRI- , no por si sola por que requiere de tres legisladores de Nueva Alianza (que no son más que priistas vestidos con playeras de este instituto político) mantiene el control sobre lo que se aprueba, se desecha, se analiza o lo que se deja en rezago a su total decisión; pues hay que recordar que esta iniciativa presentada por el Gobernador del Estado, Mario Anguiano Moreno se hizo desde 2012.

Segundo, la mayoría priista en muchos de los temas busca beneficios particulares sin tomar en cuenta a la población que también se verá afectada por algunas de las decisiones que en el Poder Legislativo se tomen.

Tercero, que aunque después de manifestaciones no solo de motociclistas agrupados en asociaciones e independientes sobre su rechazo a esta reforma, algunos funcionarios mantienen – por el momento – su decisión de seguir con esta obligación para los motociclistas.

Cuarto, el observar a los líderes empresariales apoyar incondicionalmente la medida impuesta por el Poder Legislativo y el gobierno estatal, dar a conocer estadística delictiva que no era conocida por la sociedad en general (habrá que preguntarnos quién se las pasó), pero no saber cuánto ni en cuántas unidades podrá afectar a empresarios que manejan entregas y repartos en costos por está decisión.

Y es que el Gobernador del Estado, en declaraciones ante los medios de comunicación ha señalado que aquellos motociclistas que están integrados en alguna asociación no serán obligados a portar el chaleco; por lo que ahora habrá que preguntarnos, ¿no será discriminación para aquellos que no pertenezcan a una asociación, de los cuales son muchos ciudadanos que no tienen acceso a recursos para adquirir un vehículo o el pago de gasolina; o simplemente por la comodidad de estacionamiento y de traslado?

Se debe recordar que algunos estudiosos del derecho han señalado que esta medida es violatoria de los derechos humanos y de las garantías individuales, pues nadie puede decirte cómo debes vestir.

En este sentido, en los últimos días hemos leído pros y contras de la medida, han querido “vender” la idea de que será benéfica para la disminución de delitos, principalmente los de alto impacto, como homicidios y robos en general; pero si el gobierno se ha empeñado en señalarle a la sociedad que estos ilícitos van a la baja ante la estrategia implementada y coordinada entre gobierno estatal, federal y municipales, entonces porque se requiere de la implementación de la portación de chalecos.

Además legisladores priistas han solicitado a los motociclistas tolerancia y negociación en la aplicación de esta medida, pero, ¿Cómo pueden pedir tolerancia, negociación y respeto a esta iniciativa que si bien aún no ha sido publicada, ya fue aprobada, cuando nunca los tomaron en cuenta?; ¿Cómo decirles a los motociclistas que tengan apertura, cuando ellos no la tienen con la sociedad en general y aprueban lo que consideran correcto para sus intereses políticos?

Habrá que esperar en los próximos días la decisión que tome el Gobierno Estatal y modifique el decreto aprobado, aunque de algo estoy segura, algo sumamente fácil paso, simplemente se dieron cuenta que de seguir “empecinados” en seguir con esta obligatoriedad, los priistas y los también priistas de Nueva Alianza perderían muchos votos en el próximo proceso electoral, por lo que ahora, tendrán que parar el “carro”, echar “reversa” y ver de qué manera remediar la situación sin que se vean “mal” ante la sociedad; porque lo que se viene no es fácil, renovación de Gubernatura, diputaciones federales, ayuntamientos y todo el Congreso local, no creo que al PRI ni quiera, ni le convenga perder sobre todo ayuntamientos y la mal llamada “mayoría” en el Poder Legislativo.