¡Padrino, mis empanadas! Dulce tradición en Villa de Álvarez

JOSÉ GILBERTO IBÁÑEZ ANGUIANO | VillaDeAlvarez | 03/10/2013

Villa de Álvarez, Col. Celebración en Villa de Álvarez por San Francisco de Asís, día en que se acostumbra regalar empanadas; en los andenes del jardín en 30 puestos se venden más de 10 sabores. El presidente municipal Enrique Rojas, comentó que la tradición de las empanadas comenzó en 1910, cuando los panaderos realizaban un tipo parecido de pan para celebrar fechas o eventos importantes. Esas empanadas se rellenaban de fruta y azúcar.

Las empanadas de La Villa es una rica tradición que conserva ese aire provinciano en una populosa parte de la zona conurbada de la capital colimense. Como cada año, en octubre llegan a las calles ese delicioso postre para degustar con una bebida caliente o fría. Las hay de coco, leche, camote, cajeta, piña, fresa y muchos sabores más.

Lo tradicional, además del “¡Padrino, mis empanadas!”, es comprarlas en el céntrico jardín de Villa de Álvarez, donde año con año, decenas de expertos en empanadas las ofrecen para deleite de los colimenses.

Desde hace cerca de 400 años se tiene la tradición en la Villa de Álvarez del antiguo Reino de Coliman, hoy Colima, de ganar el saludo matutino con un: "padrino mis empanadas"´. Esa añeja costumbre continúa vigente en esa mágica región.

Esta tradición existe desde hace más de 400 años, en la época en que nos invadieron los Franciscanos, ellos entre las cosas que promovieron en nuestro estado fue el oficio de panadero.

Entonces, cada que bautizaban a un niño, entre las cosas que ofrecían como bolo eran grandes cantidades de pan, en este caso de empanadas (pan de origen Europeo, dulce y fabricado con frutas). Los bocadillos que venden como "empanadas" con carnes, atún, o sea panes salados, no es lo que en Villa de Álvarez se le conoce como empanada.

Padrino mis empanadas!, esa es la frase con la que los villalvarenses y colimenses celebran el día de su santo patrono original del pueblo: San Francisco de Asís al cual se le venera el 4 de octubre de cada año con un novenario muy elaborado. Dentro de los mismos festejos no pueden faltar los puestos de empanadas rellenas de coco, cajeta, leche y mermelada que consumen cientos de personas para continuar con la tradición que los ha caracterizado. Teresa Luna, organizadora voluntaria de los festejos de San francisco de Asís, explica que las tradición data, según versiones de algunos cronistas, de 1825,como parte de las fiestas patronales en la Villa de Almoloyan, se realizaban muchos bautismos y hubo una ocasión que el padrino del bautizado, de oficio panadero, regalaba empanadas, pues no tuvo dinero para dar el bolo y aquellos que no alcanzaron, pidieron ¡padrino mis empanadas!, Diversos autores de la biografía de San Francisco de Asís se remontan a aquella época y refieren que San Francisco, cuando viajaba a Roma, comía un rico preparado de pan elaborado por una familia conocida como los Frangipani, es decir, que alimentaba a los más necesitados.

Por eso y por muchas cosas más, es importante conservar nuestras viejas y bellas tradiciones, propias de la entidad y que es el sello que caracteriza al municipio de Villa de Álvarez. ¡Padrino, mis empanadas!