PARACAÍDAS

ROGELIO GUEDEA | Opinión | 20/12/2012

Mario Anguiano, tres años

Se cumplen tres años de gobierno de la administración encabezada por Mario Anguiano, quien logró cercenar las raíces de un cacicazgo que soñaba con expandirse hacia todos los confines del Estado. Pues hoy, hay que decirlo, de ese cacicazgo celebramos su tercer año luctuoso, aunque –como Lázaro- quiera resucitar. Los logros son muchos y los retos sobran, pero algo importante hay que destacar: que el empeño que desde un principio el ejecutivo estatal se impuso de convertir a Colima en la entidad federativa más eficiente está dando sus frutos. La misma OCDE ha puesto a Colima como ejemplo en cuanto a mejora regulatoria, que, entre otras muchas cosas, tiene que ver con la calidad de los servicios que el gobierno le otorga a la ciudadanía. Desde siempre he creído que en tiempos de crisis no hay mejor salvavidas que la creatividad. Se obtiene mucho sin invertir (casi) nada. Y digo casi nada porque la eficiencia en los servicios públicos no requiere, para su logro, sino talento, tiempo y voluntad, y no el derroche de recursos que en un momento se utilizaron en obras de relumbrón sólo para hacernos creer que cantidad y calidad eran una misma cosa. No olvidemos que es mejor una cabeza pensante que un cuerpo de gimnasio, al menos en lo que a gobernar atañe. Si bien hay logros indiscutibles en estos tres años de administración anguianista, también hay rubros que requieren un redoble de esfuerzos y una atención inmediata. La inseguridad es uno, sin duda, pero no creo que sea el principal. Lo principal es aquello que lo causa: la falta de empleo bien remunerado, la educación tullida que asola no sólo al estado sino al país, el deterioro del campo y nuestra flaquirucha industria. Hay que aprovechar que la administración de Mario Anguiano fue reconocida con el premio Doing Business 2012 para seguir generando el arribo de empresarios e inversionistas y detonando así la generación de empleos más esperanzadores. Hay que, también, aprovechar la nueva estrategia de seguridad anunciada por el gobierno federal para volver a las calles de aquel Colima apasible que teníamos no hace muchos años. Pero, sobre todo, no hay que perder de vista que nada de esto puede lograrse si los encargados de administrar los bienes públicos no lo hacen con responsabilidad y mesura. Por eso, “Eficiencia y transparencia comprobada” deberá ser el lema, sin duda, del cuarto informe de labores. Y más nos valga.

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