BITÁCORA REPORTERIL

CÉSAR BARRERA VÁZQUEZ | Opinión | 15/05/2019

INFIERNO MEXICANO 

México, literalmente, está en llamas; en algunas partes de la república, como la Ciudad de México, Morelos e Hidalgo es un infierno. Y es que esta semana se registraron alrededor 525 incendios en el país:130 en 20 estados de la república y 395 fueron reportados en los territorios forestales del centro de la república.

Esa situación desató niveles insólitos de contaminación en la Ciudad de México, donde se activó una contingencia medioambiental al registrar partículas menores a 2.5 micras (la más letales para la salud, pues se alojan en los alveolos y llegan ingresar al torrente sanguíneo).

Es tanta la contaminación del aire en la Ciudad de México, que el gobierno de Claudia Sheinbaum alertó del peligro de practicar actividades al aire libre y anunció la cancelación de clases hoy y quizá mañana también, de continuar esta contingencia ambiental extraordinaria.

Si bien desde el 2017 hay un aumento del 10 por ciento en los índices de incendios forestales y éstos tienen una clara correlación con la práctica humana y el cambio climático, no deja de sorprender la abulia del gobierno de Andrés Manuel en materia medioambiental.

Y es que en lugar de reforzar los mecanismos de prevención y contención de incendios, la Cuarta Transformación avaló una disminución del 30 por ciento en el presupuesto de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y la cancelación del programa de empleo temporal, con el cual se pagaba a brigadas contra incendios forestales.

Estamos, pues, ante un mal diseño de política de austeridad, cuyas afectaciones son patentes en este caso, al mermar la capacidad operativa de las brigadas contra incendios. De ahí el aumento atípico en esta clase de siniestros que afectan la calidad del aire y perjudican la salud pública.

Aquí en el estado se registró, el pasado 14 de mayo, un incendio en el Cerro del Barrigón. Sofocaron el incendio un total de 19 personas, entre elementos de la Conafor y una brigada del gobierno del estado de Colima.

Sería una tragedia que en Colima, por una insuficiencia presupuestal y la falta de operatividad de la Conafor (¿Cuál es el impacto que tiene la desaparición del programa de empleo temporal en la entidad?), los incendios forestales aumenten y afecten la calidad de aire en la zona metropolitana.

Lo grave es que el gobierno de Andrés Manuel no parece dimensionar las consecuencias de este mal diseño en el presupuesto público, cuyos recursos se canalizan a subsidios y programas asistencialistas, pero se deja sin recursos a programas de alto impacto como las guarderías, los refugios de mujeres violentadas y ahora lo vemos, las brigadas antiincendios del programa empleo temporal.

Las consecuencias de esto están a la vista. Y reitero: el gobierno estatal poco puede hacer, porque la mayoría de los recursos generados en la entidad se van al gobierno federal. Es una situación injusta, si consideramos que en el puerto de Manzanillo, vía aduanas, se generan cerca de 110 mil millones de pesos anuales, recurso que el estado nomás ve desfilar porque todo se va a la federación.

El presupuesto de Colima es sólo de poco más de 18 mil millones de pesos. La mayoría de estos recursos, casi el 90 por ciento, provienen de la federación; son recursos federales, y sólo el 10 por ciento representan ingresos propios del estado. ¿Por qué otras entidades obtienen una mayor repartición de recursos, como Michoacán, Guerrero y Chiapas, cuando estas entidades no generan la misma riqueza que Colima?

Y esta injusta distribución de los recursos federales a los estados se agrava con el mal diseño presupuestario, que centraliza aún más los recursos y los canaliza a gasto corriente, mientras que los programas de trascendencia son recortados o simplemente los desaparecen. El país, literal, se está consumiendo.

Dos puntos

El gobernador Ignacio Peralta probó que no hubo ninguna operación fuera de la ley en la adquisición de los terrenos e inmuebles de la antigua vigésima zona militar. Lo anterior despeja cualquier suspicacia respecto a este tema, además de que también mandó sendos expedientes, al congreso y al archivo histórico, para que cualquier interesado pueda consultarlos y conocer a detalle el proceso y la operación en la adquisición de este terreno. Resuelto esto, sólo queda por saber cuál será el destino de este predio de más de 14 hectáreas.