Las educadoras realizan un trabajo trascendente y determinante en la vida de sus alumnos, no sólo por la disciplina que aplican en la escuela sino por el desarrollo de las múltiples capacidades de los niños que los hace crecer en el aspecto cognitivo y emocional, destacó el secretario de Educación, Federico Rangel Lozano.
En el desayuno ofrecido a las docentes de este nivel adheridos a la Sección 39 del SNTE, el funcionario expresó que es en el jardín de niños donde se establecen los cimientos de las nuevas vidas. Dijo que es una etapa definitoria al recordar que el afecto es básico en la maduración, ya que se ha demostrado que quien cursa preescolar tiene mayores posibilidades de éxito en secundaria o incluso niveles superiores.
El Secretario de Educación aprovechó el momento para hacer un reconocimiento a la educadora María Guadalupe Preciado Brizuela, quien recibirá el premio Ignacio Manuel Altamirano de manos del Presidente de la República el próximo 15 de mayo, por haber resultado seleccionada después de evaluaciones de su desempeño y entrega en el servicio educativo.
Por su parte el secretario general de la Sección 39 del SNTE, Guillermo Rangel Lozano, explicó que el sindicato reconoce el trabajo que desempeñan las educadoras porque su labor es fundamental para que los niños aprendan los hábitos y valores que forjarán su camino.
Consideró que las mujeres que trabajan en los jardines de niños llegan a desarrollar una segunda maternidad que asumen con cariño porque contribuyen en la formación integral de los alumnos que ingresan a sus grupos.
En el festejo, se hizo la rifa de obsequios y bonos económicos para las educadoras, como estímulo a su desempeño.
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