LA DAMA DE BLANCO QUE VAGA POR LAS CALLES DE ARMERÍA
Entre nuestros recuerdos surgen temores nocturnos sobre siluetas fantasmales concernientes a una mujer vestida de blanco, que se desplaza levitando en lugar de caminar. En nuestro folclor mexicano se le conoce con el nombre de la “Llorona” a la cual se le ha encontrado vagando por generaciones en distintas partes de este país, atribuyéndosele toda una serie de supuestos motivos que le retienen en nuestra dimensión. La historia fue relatada de la siguiente manera:
“Todo ocurrió en la etapa de mi adolescencia cuando apenas tenía 14 años, durante el tiempo que viví con mis padres en Armería. Una noche me levanté para ir por un vaso con agua a la cocina, lo cual implicaba recorrer un largo tramo para lograr mi gran cometido”.
“Somnolientamente me puse las pantunflas y arrastrando los pies llegué hasta el corredor y de nueva cuenta iba regreso a la alcoba, dicha acción la realizaba generalmente cada dos noches a la semana.
“Pero una de esas veces cambió lo que era cotidiano para mi, cuando en una ocasión al hacer mi recorrido los perros del vecindario comenzaron a ladrar aviolentadamente. Mi casa se ubicaba sobre un cerro y en la parte posterior se situaban las ventanas permitía percibir todo un amplio panorama, mientras que a bajo el predominante y rocoso acantilado.”
“Los ladridos me acompañaron por toda mi senda nocturna en la oscuridad de la noche y antes de llegar a la puerta del cuarto distinguí en la cima del cerro una imagen de neblina grisácea. Mientras mas se acercaba tomaba forma de una silueta o bulto. Aquello se postró fuera de la ventana donde finalmente encontré a una mujer vestida de blanco con dorada cabellera y un empalidecido rostro como el marfil.”
“Sus ojos estaban semiabiertos los cuales me observaban detenidamente, al instante quedé petrificado por el mismo terror que invadía cada uno de mis sentidos. Entonces la transparente dama atravesó el muro quedando frente a mí. En su boca se formó una especie de mueca o sonrisa y continúo su trayecto cruzando la barda continua. Impactado por tal impresión, inmediatamente solté el vaso con agua que tenía en mi mano derecha y consternado entré a mi habitación.”
“Al día siguiente le platiqué lo sucedido a mis padres, mi madre con una temblorosa voz me señaló:
—Viste a la dama de blanco (después de una breve pausa, señaló) se cuenta que en el siglo XVIII un carruaje español proveniente de Colima fue asaltado por esta zona conocida hoy como Armería–
--Continuó--
–Dicho vehículo fue embestido por unos desalmados ladrones quienes ultrajaron, violaron y finalmente asesinaron a su hermosa pasajera junto con su cochero que le acompañaba—
--Como no concluyó su misión en esta vida, “ella” merodea por toda la ciudad porque nunca pudo llegar a su destino, es por eso que a cierta hora de la madrugada cruza flotando con su hermoso vestido blanco de seda, vivienda tras vivienda del territorio que comprende este suelo armerítense, y así seguirá sin descanso alguno por toda la eternidad—
“Seguido de tal convincente explicación realizada por mi mamá, jamás me levanté a altas horas de la madrugada, y si alguna vez lo fue realmente debió ser por una inevitable necesidad, solo que lo hacía sin mirar a mis alrededores, vista al frente y por el objetivo que fuere”.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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