VIVENCIAS

CARLOS OLVERA | Opinión | 27/11/2017

FINCAS ABANDONADAS

Quienes somos de Colima, no podemos pasar por alto la enorme cantidad de fincas abandonadas y olvidadas, sin que la autoridad municipal pueda hacer algo por diferentes motivos fuera de su ámbito de competencia, así se puede observar como de las mismas se van deteriorando con el paso del tiempo, sumándole los movimientos telúricos a que estamos expuestos.

Para comprobar mi dicho solo basta dar un recorrido por el primer cuadro de la ciudad, por las calles Abasolo, Victoria, Aldama, Allende, 27 de Septiembre, Matamoros, entre otras, se pueden apreciar extensiones de tierras o fincas sin el mantenimiento necesario que impiden ser habitables.

Dicha problemática genera nido de “delincuentes” que ven como su refugio temporal o permanente, sin que ninguna autoridad pueda chistar algo, menos con la reforma al nuevo sistema de justicia penal. Que tutela a quienes realizan de manera habitual hábitos en perjuicio del vecindario que por desgracia tienen cerca ese tipo de fincas relegadas, que por causas conocidas o desconocidas -legal o ilegalmente- están en esa situación.

Tal es el caso del inmueble marcado con el número 114 de la calle Aldama de Colima capital, lugar donde alguna vez fue escuela, me refiero aquel viejo edificio –no tanto, menos de un siglo-  donde por muchos años fue el colegio de las adoratrices ( que en sus inicios fundara el Pbro. J. Jesús Urzua en 1906 con el nombre de Colegio del Sagrado Corazón), lugar donde se formaron muchos profesionistas que ocupan u ocuparon destacados puestos dentro de la administración pública, Municipal , Estatal y Federal.

Se trata de hecho de un edificio que por casi tres lustros permaneció borrado, su demolición más que un capricho o berrinche, es una necesidad, ante el peligro de que por la humedad, temblor,  entre otros factores se viniera abajo, y edificar una nueva construcción, que le de reactivación económica en esa zona del corazón de la ciudad.

Para bien de los vecinos de esa zona, que estaban cansados por el refugio de malvivientes, que hacían del mismo su casa, grande o chica, incrementando en esa zona los famosos “cristalazos” y conductas aviesas que tenían hasta el copete a los mismos, como alivio fue el ver maquinaria pesada tumbando y retirando escombros.

Cual fue la sorpresa que con el correr de los días, se asoma el INAH, sí, el Instituto Nacional de antropología e Historia, el que investiga, conserva y difunde el patrimonio arqueológico, antropológico, histórico y paleontológico de la nación con el fin de fortalecer la identidad y memoria de la sociedad que lo detenta -muy pocas cosas de esas existen en Colima- aun así el delegado federal de dicha institución procede a detener dicha demolición.

Bajo el “irrisorio” argumento de que la “capilla es una belleza” el funcionario federal queda mal parado, desconociendo por completo la normatividad de la Institución que representa, ya que dicho organismo se enfoca en monumentos históricos construidos entre los siglos XVI Y XIX, el caso de dicho colegio es de época modernista, con estructura de cemento y acero, que según los conocedores de la materia se empezó a emplear en la década de los cuarentas.

Al delegado del INAH le importan una pura y dos con sal, el contexto social de la zona, así como el abandono y grave problema de salud pública que representa, al ser utilizado por personas como sitio para drogarse, como quedo documentado en varios medios informativos digitales, de esta ciudad.

Con una  dosis de desconocimiento, así como con una pretensión sucia el INAH es aliado natural de la inseguridad y delincuencia, que cabalga en caballo de hacienda, sentido común Sr. Delegado. No le coloque la cereza al pastel de la incertidumbre social que vivimos las familias colimenses. Veremos el desenlace de este tema. Que de seguro terminara en los tribunales.

A MANERA DE COMENTARIO

*El tema de pensiones, trae ocupados a los líderes sindicales en el Estado, esperemos cosas nuevas -buenas para la base Trabajadora-,  no más  sorpresas y desanimo en la misma, le toca a Martin Flores y Heriberto Valladares demostrar de que están hechos, los menciono a ambos porque son los que tienen la mayor clase de trabajadores aglutinados en sus sindicatos, vaya los más numerosos

*El servicio de Transporte Público va de reversa, hacen de las arterias viales una autopista, van hechos la mocha en horas pico, no sirvió de aliciente el incremento al mismo, para brindar un mejor servicio, esperemos que la titular de dicha Secretaría, les “jale las orejas” a esos cafres del volante.

*Con la próxima designación del candidato presidencial por el PRI, el engranaje electoral en dicho instituto, empieza a moverse, en donde se asegura nadie tiene nada seguro en lo que a candidaturas se refiere.

*Carlos Olvera: Vocero del Frente Magisterial independiente en Colima . sígueme en las redes sociales:  facebook che charly Olvera twiter@checharlyolvera