PUPITRE AL FONDO

BLANCA F. GÓNGORA | Opinión | 05/10/2017

SNTE EN COLIMA: EJEMPLO DE MANIFESTACIÓN PACÍFICA

El plantón que realizan las secciones 6 y 39 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en Colima va acumulando días pero no soluciones.  Esto se torna realmente preocupante pues no debe desoírse a un fuerte gremio que representa no solamente a los trabajadores de la educación sino también a la niñez, adolescencia y sociedad colimense en general. El magisterio de nuestro Estado ha obtenido las mejores notas en los concursos de oposición y desempeño docente y ha demostrado con creces el profesionalismo que los distingue, por eso resulta extraño que bajo la percepción del gobierno estatal esto no ha sido mérito  suficiente para que se les valore, respalde y reivindique.  Al contrario, se le tiene en lista de espera,  y no ha habido “miércoles ciudadano” que alcance para dedicar unas horas al conflicto y darle solución.

El tema es largo y la sociedad cada vez está más informada, ya que  el magisterio ha sabido involucrarle  e informarle pero  también, como buenos maestros, han estado enseñando a sus alumnos y a los padres de familia cómo, de manera pacífica y creativa, se pueden compartir problemáticas y se deben de tratar de buscar soluciones. Los maestros han apelado al diálogo y han sido respetuosos, tan respetuosos que incluso la polémica foto del diputado Pinto (maestro de profesión) con el Secretario de Educación (maestro también) mostró de alguna manera que, dentro del gremio magisterial, un saludo es muestra de educación, no de sumisión.

Los líderes sindicales  han ido agotando instancias. Han abordado aquí y allá la problemática. Han sido mesurados, muy mesurados, porque ante todo están conscientes de que sus alumnos leen atentos sus pasos y aprenden también con el ejemplo. A nuestros alumnos (los planes y programas nos exigen)  debemos enseñarles a ser críticos, reflexivos, participativos y a que denuncien y sean propositivos, así como enseñarles también  a  resolver los conflictos mediante el diálogo  y de manera pacífica; pero nuestros  alumnos, lamentablemente,  están siendo testigos de la nula atención que están recibiendo sus maestros pese a todas estas muestras de lucha pacífica que han emprendido. Ahora, además,  les tocó conocer la represión violenta ejercida a los estudiantes de Manzanillo. Ante estos dos crueles actos contra el sector educativo colimense (contra docentes y contra estudiantes)  solamente queda exigir: soluciones, no represión, no violencia.

Maestros de Colima: lo han estado haciendo bien, no olviden que detrás de ustedes sus alumnos les admiran y eventualmente les imitarán. No olviden que están formando alumnos críticos y reflexivos que deben aprender a no callar ante la injusticia. No olviden que toda petición debe tener una respuesta. No olviden, pues, que su manifestación pacífica está dejando huella y no deben, por ningún modo, caer en provocaciones,  porque  la dignidad del magisterio cuenta.