ESCUADRÓN VIAL EN ESCUELAS: CIVILIDAD Y VALORES
Esta semana me tocó formar parte del “Escuadrón Vial” que la escuela primaria donde estudia mi hija organiza semana a semana, con la participación única de los padres de familia. Debo reconocer que llovía pero los padres comisionados cumplimos a cabalidad y con gusto nuestra encomienda: cuidar a los niños y niñas en su arribo a la escuela. El “Escuadrón Vial” se encarga, para tal cometido, de poner los conos naranjas para acordonar el área para los automóviles, ponernos los fluorescentes chalecos naranja, abrir la puerta de cada carro, saludar, ayudar a bajar la mochila del niño o niña, cerrar la puerta del auto y verificar que el pequeño estudiante entre al pórtico escolar, sano y salvo.
La actividad me gusta, pues además de bien organizada, valoro todo lo que fomenta esta acción tanto en la enseñanza de lo que es la civilidad como de valores.
Todos los del “Escuadrón Vial” llegamos puntuales y con buena disposición, y después de abrir cada puerta de los autos que arribaban, concluí que bien dice el dicho que “cada cabeza es un mundo”, con sus propias reglas y costumbres: los había con música de tambora, fuerte y sin pausa, con música de Maluma, con mamá al volante que saluda sonríe y dice buenos días, con papá al volante que casi nos lleva de corbata por la velocidad en que se aproxima a la zona escolar, con papás impertinentes que no esperan su turno y llegan a toda velocidad, se ponen en doble fila y bajan al hijito ahí, a media calle y desde el volante le gritan indicaciones. Había carros donde la cortesía era la clave, niñas muy bien peinadas, educadas, diciendo buenos días, diciendo gracias, abuelitos renegones, mamás modorras, frases de amor, palabras amenazantes, en fin, un gran desfile en menos de media hora, de todo lo que nuestro mundo tiene en una mañana de rutina llevando a los niños a la escuela.
Y a partir de esto, reflexiono y comento la importancia que reviste ese momento exacto de dejar a los niños en la escuela, el cual debe convertirse en un acto de amor; no debe haber pretexto para que los niños inicien su día desayunándose todas las prisas, preocupaciones, odios, malas noches que nosotros los adultos tenemos. Ahí en ese momento, no hay excusa, no podemos culpar a los maestros, ahí, depende totalmente de nosotros los padres, recordemos que los niños sobre todo los pequeños, aprenden con el ejemplo y si ven que no respetamos la velocidad cuando hay zona escolar, si ven que no saludamos, que no damos las gracias, que no respetamos los turnos, que nos formamos en doble fila, que pitamos al de adelante porque según mis prisas, va demasiado lento, que nos molestamos por ser requeridos para ayudar en la escuela, etc, etc., entonces ¿cómo vamos a lograr que nuestros hijos (hoy niños, mañana adultos) tengan actos de civilidad en bien de la sociedad, respeten, valoren, comprendan, toleren, sean solidarios, responsables, atentos?
Este es un reconocimiento positivo para las escuelas que han implementado la estrategia del “Escuadrón Vial”, y un exhorto para que los padres de familia valoren este esfuerzo docente, pues los padres de familia deben saber que hasta en eso hay una planeación previa, aprendizajes esperados a lograr y una completa organización escolar. No olvidemos tampoco que la familia educa y la escuela complementa esa educación. Entonces, seamos todos corresponsables.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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