LÓPEZ OBRADOR LE TIENE MIEDO A KUMAMOTO
A mí me queda claro: López Obrador le tiene miedo a Kumamoto. Y le tiene miedo por lo que éste entraña y representa, que es una nueva concepción de la participación ciudadana en la política, cuyo crecimiento es propiciado por la crisis de credibilidad de los partidos políticos. Por eso lo descalifica y ataca, acusándolo de ser un instrumento de la mafia del poder.
Con su propuesta sin voto no hay dinero, Kumamoto va contra los partidos políticos, utilizados como empresas o negociosos por diversos individuos o incluso familias. Tal es el caso del Partido Verde –propiedad de Gonzalo Martínez--, de Nueva Alianza –que nació al amparo de Elba Esther Gordillo—y recientemente de Morena –cuyo dueño es AMLO--.
De hecho esos fueron los partidos que promovieron –para frenar esta ley-- un recurso de inconstitucionalidad, el cual fue desechado por los magistrados del supremo tribunal de justicia. No solamente los partidos arriba mencionados, sino todos –el PRI, el PAN, el PRD, etcétera—los que quieran recursos públicos deben ganárselos con el número de votos conseguidos durante la elección.
No se trata de disminuirles un porcentaje discrecional que decidan un grupo de políticos. No: que se aplique la fórmula de Kumamoto para que en lugar de multiplicar el padrón se multiplique la votación valida emitida. De esa forma los partidos se tendrán que esforzar más para que la gente salga a votar y así tengan una mayor bolsa de dinero, aunque lo ideal sería que los partidos no recibieran ningún financiamiento público (que los mantengan sus militantes).
Pero entiendo por qué les duele a los militantes, dirigentes y dueños de partidos políticos en el país la propuesta de Kumamoto: van a perder cientos de millones de pesos, por lo menos en el estado de Jalisco. Y es que si se hubiera aplicado la fórmula que propone Kumamoto en la contienda electoral del 2015, nos hubiéramos ahorrado los mexicanos 2 mil 500 millones de pesos.
Con ese recurso se podrían generar plazas para docentes y doctores, construir más escuelas y hospitales en todo el país, ampliar los apoyos de becas y programas de inclusión social; en lugar de eso, nos gastamos 4 mil millones de pesos en discursos de políticos y para este 2018 van a ser 6 mil millones de pesos de la misma porquería de siempre.
Así se entiende por qué le tiene miedo López Obrador a Kumamoto. ¿Se imaginan cuanta lana de los mexicanos le va a dejar de llegar a Morena? En el caso de Colima, de aplicarse esta ley, sería desastroso para las finanzas de ese partido, pues actualmente sólo le alcanza para pagar la renta.
DOS PUNTOS
Los políticos deben responder a los intereses de la ciudadanía y no a los de un partido o grupo. Kumamoto confirma eso con hechos; López Obrador, en cambio, vive del presupuesto público desde hace más de 30 años y se rodea de los peor de la vieja política.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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