LA PANGA

MAYAHUEL HURTADO | Opinión | 29/08/2017

LA EXPOSICIÓN DE MENORES ES UN ACTO INDIGNO…

Ayer hablamos en este espacio de que Martha Zepeda del Toro encabezaba una manifestación contra la apertura del Ecoparc, pero el día de hoy dedicaré el tema a quienes resultan más agraviados con éstas acciones: los niños. 

Y es que la verdad que me sorprende lo voluble que pueden resultar las decisiones de un Instituto Político, cuando hay una alianza tejiéndose, pero ¿a qué me refiero? para nadie es un secreto el coqueteo del PRD y el PAN en el estado de Colima, mismo que ya se consolidó y todos le entraron al baile, por eso vimos a Enrique Michel Ruiz líder estatal del Partido Acción Nacional Bailando al son que le tocaba Martha Zepeda.

Pero lo que más llama mi atención es que compraron muy barato el drama los del PRD y en automático le devolvieron el cargo a Martha Zepeda, así es que la veremos de nueva cuenta abanderando causas ajenas y sin duda alguna al ingreso del Ecoparc, con todo el acto circense que incluye “niño enjaulado” situación que resulta por demás reprobable en una persona que se dice quiere representar el cambio; para ello amable lector, lectora, retomaré la frase con la que arrancara su campaña a la gubernatura buscando conquistar el voto de los colimenses:  “Nunca antes habíamos tenido tanta miserabilidad en nuestras familias, por eso es importante el cambio porque nuestras familias están siendo laceradas (…) ¿Ustedes a quién le confiarían sus hijos? ¿A quién le confiarían las llaves de su casa?”

Y ahora yo le pregunto a la señora Zepeda del Toro ¿Esa es la apuesta? ¿Enjaular a nuestros niños para utilizarlos como carne de cañón para cumplir mezquindades políticas? Los responsables de permitir que como parte de su manifestación se realizara esta exposición indigna, pues le recuerdo que los menores cuentan con la protección de la ley. Estas acciones tan repudiadas en las redes sociales y en la opinión pública traerá como resultado que los nombres de quienes avalaron este “circo” no se nos olviden a los colimenses, porque no existe nada más importante para los padres que los hijos y como nos tratan a nuestros hijos, es cómo podemos sentir gratitud, empatía, solidaridad, pero cuando alguien abusa o lastima un niño, se gana la animadversión de la sociedad colimense.

En México han existido hechos aislados, como un caso que ocurriera en Tabasco en 2014, cuando jóvenes de secundaria enjaularan a un compañero que tenía una capacidad diferente. En Colima no existen datos de un enjaulamiento, menos que  alguien que representa a un instituto político abandere que se exponga a un menor a la burla, al menoscabo de su dignidad;  pues desde que nos colonizaron los españoles y llevaron enjaulados a un grupo de personas nativas de Mesoamérica, no se había visto tal acto público de indignidad de parte de quienes se dice representan los intereses del pueblo. Debe reconocer que su error más grave no es pretender frenar el proyecto del Ecoparc; la aberración más grande que se conoce de usted y que nadie más que usted la hizo pública, fue montar su acto, en donde una abogada que se dice conocedora de la Ley, defensora de los derechos del pueblo, permitió tener a un niño enjaulado para hacer más atractivo su protesta. Esperemos que la Comisión de los Derechos Humanos, la Procuraduría de Niñas, Niños y Adolescentes; así como todos los organismos encargados de la protección al menor, tomen cartas en el asunto y sancionen este tipo de conductas que lejos de llamar nuestra atención, lastima los derechos de libre tránsito y peor, expone a un grado de humillación a lo más valioso que posee la sociedad colimense: LA NIÑEZ.

Retomo las palabras  del presidente de la CDHE, Sabino Hermilo Flores, quien dijo a Colima Noticias: que es un tema muy delicado puesto que los niños y niñas tienen sus derechos y dentro de estos está el no hacerlos víctimas de actos que pudieran representar una agresión. “No tanto a su integridad física, sino integridad psíquica y social, o psicosocial, por lo que estamos recabando información de esos casos en particular que acaban de suscitarse”. El ombudsman colimense refirió que no obstante está atento porque en momento dado solicitaría la intervención de la Procuraduría de Niñas, Niños y Adolescentes para que investigue el hecho y se deslinden responsabilidades.

Hasta ahí la transcripción del periódico por internet, que habla de daños psicológicos, pero reflexiono una y otra vez, y me hago una pregunta ¿Cómo hubiera sido el desenlace si la manifestación rápidamente tuviera que evacuar? ¿Si alguna persona hubiera agredido verbal o físicamente a ése menor? Y en el peor de los escenarios, ¿Si esto lo daña emocionalmente, puesto que fue expuesto en medios de comunicación y redes sociales? Definitivamente señora Zepeda ¡No le confiaría las llaves de mi casa y mucho menos a mis hijos!