LA PANGA

MAYAHUEL HURTADO | Opinión | 11/04/2017

HASTA LOS PEORES ENEMIGOS ENTIENDEN QUE EN LA PASCUA DEBE HABER TREGUA

Las dos épocas que más se respetan en todo el mundo es la del Nacimiento de Cristo y la de la Muerte del Hijo de Dios. Y es desde el miércoles de ceniza en donde los católicos hacen grandes sacrificios para ofrecerlos y recordar así uno de los eventos más importantes que partió la historia en dos: Jesús.

Pero no sólo los Católicos respetan esta fecha, los Cristianos y los Protestantes en todo el mundo dedican estas semanas a la alabanza, a la reflexión y a la oración. Incluso los musulmanes conocedores de la historia de Jesús en la tierra respetan esas fechas y guardan una tregua en algunos conflictos con otras naciones. Si nos vamos al inframundo a quienes se dedican a las artes oscuras o bien a los curanderos, brujos, chamanes, sacerdotisas indígenas y ocultistas, en estas fechas guardan respeto, saben perfectamente la gran importancia que lleva el analizar la vida y muerte de Jesús.

No me explico cómo existen algunas personas empecinadas en utilizar estas épocas que se diseñan para el descanso y la reflexión en insistir en temas que no edifican en lo espiritual y sin embargo son perturbaciones que a través de las redes sociales pretenden hacer virales. La noticia más importante señores debe ser que hace poco menos de dos mil años un hombre de carne y hueso como nosotros, pero con una genética Divina vino a dejarnos grandes enseñanzas de lo que el padre Celestial quería para sus hijos en la tierra. El dijo que la Verdad nos haría libres y la podemos encontrar en los diferentes sermones y predicaciones que se encuentran en los Cuatro Evangelios. Nos enseñó que los reyes pueden ser los más humildes pues recordemos que Jesús el Hijo de Dios, el Rey de Reyes usaba túnica y sandalias, no vivía en un palacio, de hecho no tenía casa, comía de la caridad de la gente y sus Doce Apóstoles eran lo único que le acompañaban en ese peregrinar.

Jesús nos dio muestras que el poder de la oración y la palabra escrita en los textos bíblicos son promesas cumplidas que Dios ha venido haciendo desde el inicio de los tiempos. Jesucristo vino a invitarlo a usted y a mí a ser un hombre o mujer justa, no buscaba gente buena, pues la palabra dice que Dios espera en nosotros obediencia y justicia, Fe, Esperanza y Caridad, tener al amor como el símbolo universal que nos hermane, nos vino a demostrar que no importa cuántas razas en el mundo sean, para los ojos de Dios todos somos sus hijos y todos somos iguales. Nos vino a enseñar que Dios tiene trazado nuestro sino desde que nacemos, pero es al hombre al que le toca ir edificando su propio destino, con obras, con fe, y sobre todo, cumpliendo con humildad uno de los mandamientos en el que se resume lo que se espera de nosotros: Amense los unos a los otros como yo los he amado.

Curiosamente en la historia ha sido el condenado al peor veredicto sin haber cometido delito alguno. Si nosotros nos remontamos a la época de los Romanos en tiempos de Poncio Pilatos, podremos encontrar que los historiadores hablan de diferentes instrumentos de tortura, para lapidar a los condenados. Generalmente usaban uno para martirizar a las personas que estaban en un juicio, sin embargo, usaron con toda la saña y alevosía todo el catálogo de armas y objetos punzocortantes para masacrar a Jesús. En la Pascua en aquéllos tiempos existía la liberación de un preso a petición del pueblo, Pilatos en su rol de representante del emperador de Roma en Jerusalén y siguiendo su instinto de justicia, en un último acto sacó a la arena al peor de los delincuentes, acusado de múltiples homicidios, robos, ultrajar mujeres y era conocido con el nombre de Barrabás. La apuesta lógica era que Jesús saliera libre y que el verdadero delincuente purgara la condena más alta, es decir, la Crucifixión. Pero no ocurrió así, desde aquél tiempo eligieron condenar a muerte con la peor violencia ejercida a un preso que no había cometido delito alguno salvo hablar de Dios.

Hoy en día querido lector, lectora, las cosas no han cambiado mucho, pregúntese usted cómo condenamos a quienes tocan a nuestra puerta para compartir la palabra de Dios, como nos burlamos si un predicador enuncia versículos de la Biblia en plazas públicas o en el tianguis, y también cómo reaccionamos ante los letreritos que pegan en diferentes puntos de la ciudad y que contienen enseñanzas de Jesús.  De todo corazón que estas fechas de Semana Santa y Pascua sean para cada uno de ustedes un reencuentro con Jesús y un compromiso para ser mejores ciudadanos y mejores personas.

REMAZO: Debo admitir que me equivoqué, creía que había un loco detrás del botón rojo en los Estados Unidos, pero como dice el dicho, de tal palo tal astilla, eso le pasó a Ivanka Trump, la loca que ordenó el ataque contra Siria. Lo curioso es que no gobierna Donald, gobiernan sus hijos. Qué Dios se apiade de nosotros si algún otro de sus hijos, que vaya son muchos, decide dirigir la ofensiva militar contra México.

REMITO: Son muchos los llamados y pocos los elegidos. Es muy temprano para aventar cohetes. Y aunque estén con sus espejitos los actores políticos de los diferentes partidos deberán esperarse a que sus líderes estatales y nacionales y los gobernantes marquen las directrices de cómo seleccionarán a los y las candidatas. No por mucho madrugar amanece más temprano.