BITÁCORA REPORTERIL

CÉSAR BARRERA VÁZQUEZ | Opinión | 24/01/2017

LOS ALCALDES Y EL GOBERNADOR

Le pregunté a Rafael Mendoza que cómo estaba su relación con el gobernador José Ignacio Peralta. Ni bien ni mal, me dijo, y exornó sus palabras con un gesto anodino, gris, indiferente. El presidente municipal de Cuauhtémoc fue uno de los alcaldes con licencia más participativos en la elección extraordinaria. Ahora enfrenta un proceso de destitución en el congreso local, a petición del Instituto Nacional Electoral (INE).

Algo parecido sucede con los alcaldes panistas de Colima y Villa de Álvarez, Héctor Insúa y Yulenny Cortés, respectivamente. El primero tuvo un acercamiento con el gobernador, pero luego se distanció ante la negativa del gobierno estatal de gestionar un adelanto de participaciones, y la segunda es renuente a coordinarse con Ignacio Peralta: fue la única que no acudió a una reunión que el mandatario convocó los primeros días de su gobierno y donde asistieron –salvo ella—todos los alcaldes.

Más allá de que no participen en la parafernalia de los eventos de gobierno, es imprescindible que las autoridades coadyuven y colaboren, de manera conjunta, en la solución de las principales problemáticas que aquejan a la población. ¿Lo están haciendo? En lo mínimo. Pero por parte de los presidentes municipales parece existir esa renuencia, esa reserva y distanciamiento; si no llega a una confrontación, a un patente rompimiento, sí se percibe un trabajo inarticulado, inconexo.

Parece que los alcaldes mencionados todavía viven en la elección extraordinaria, cuando todos los alcaldes panistas –a excepción de Gabriela Benavidez—hicieron campaña a favor del senador Jorge Luis Preciado. Y ante la derrota de su candidato –hace ya más de un año—persiste el resabio y el encono de la herida. No han hecho un buen trabajo porque soslayan la coordinación, la sinergia.

Dos puntos

En vísperas de su informe, la alcaldesa de Villa de Álvarez se jactó de que había invertido varios millones de pesos en obra pública, haciendo hincapié que estos recursos eran sólo del ayuntamiento. De haberse coordinado con el estado y la federación esa cantidad de recursos municipales se hubieran aumentado por tres. Se trata de optimizar recursos. Este 2017 será complejo en términos económicos. Si los gobiernos municipales no dejan de lado sus favoritismos partidistas y se coordinan con el gobierno estatal y federal, difícilmente sortearan los escollos financieros