PRIMER INFORME DE NACHO PERALTA: ¿CÓMO VAMOS, COLIMA?
Este sábado es el primer informe del gobernador Nacho Peralta y esta es una pregunta obligada: ¿cómo vamos, Colima?, dicho así para de paso aludir a una innoble asociación que está dando mucho de qué hablar en este momento. Si somos honestos y autocríticos, habría que decir que para esta pregunta hay sólo una respuesta: de mal en peor. Y lo que más me sorprende de todo este desorden gubernamental (que desafortunadamente tiene severas repercusiones sociales) no es ya la incompetencia para gobernar del Ejecutivo estatal sino la capacidad que ha tenido para echar por la borda todo lo que sus virtudes generacionales y sus promesas de renovación política pudieron lograr tanto para nuestra entidad, ávida de un cambio real, como para su partido, desacreditado y en bancarrota, tanto a nivel nacional como local. El gobernador Nacho Peralta, por más que su Círculo de Periodistas Porristas intente decir lo contrario, entre los que se encuentran personajes que ni siquiera vale la pena nombrar, y por más que sus medios comprados (Diario de Colima y Ecos de la Costa) lo nieguen, ha resultado más de lo mismo y no el político que significaría, como él mismo así lo manifestó en campaña, un verdadero cambio para la política estatal. Nada de eso: resultó un político intolerante a la crítica (y ahí está la compra a granel que ha tenido que hacer de medios y de periodistas, y el descrédito al que algunos somos objeto por parte de sus plumas pagadas), insensible (ahí está la compra millonaria y llena de opacidades de La Campana en una entidad donde las personas sufren hambre), corrompedor (ahí está la cooptación de los diputados conocidos hoy como PRIindependientes y las intromisiones en la política interna de, por ejemplo, el PAN), incongruente (porque dijo que en su gabinete estarían los mejores y terminaron estando en su mayoría compadres, amigos y gente a la que le debía favores políticos). Etcétera. Recientemente nombró, por ejemplo, a Norma Marmolejo Jaramillo en la dirección de Ciencia, Tecnología e Innovación como una clara e indudable cuota de poder para la asociación “¿Cómo vamos, Colima?”, de la que ésta fue integrante, organización que hoy pide, por cierto, ocho millones para poder llevar a cabo su loable función, esto es, echarle porras al gobernador. De darle esta concesión, esta organización se constituiría en la mayor y más cara porrista del gobierno del Estado, pagada con los impuestos de nuestros ciudadanos, miles de los cuales no tienen ni para comer. A esta asociación y al gobernador Nacho Peralta yo les pregunto: ¿saben que hay niños que se desmayan en las primarias y secundarias durante la ceremonia matutina de los lunes porque no comieron nada en todo el día anterior? ¿lo saben? Si lo supieran no pedirían 8 millones los unos ni el gobernador estuviera contento de dárselos. Por eso yo pregunto: ¿cómo vamos, Colima? De mal en peor. Con un gobierno insensible, que sólo piensa en su propio beneficio y nunca en las necesidades de su población. Con un gobierno que prefiere darle 8 millones a una asociación sólo para que le diga lo que ya todos sabemos que le dirá en lugar de darle aunque sea una fruta o un sánduich a cientos de niños que no tiene nada de comer en sus escuelas. Nada distinto nos ha ofrecido el gobernador Nacho Peralta hasta ahora sino la misma y común política sucia y sin ética que ha erosionado la paz y la tranquilidad de nuestra querida entidad.
*Esta columna es patrocinada por la Fundación Cristeros Colima A.C en beneficio de las acciones realizadas por el colectivo Fuerza Voluntaria. La opinión vertida, sin embargo, es estrictamente personal.
Total de Visitas 276502234
A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
Desarrollada por HMH Sistemas
Template by OS Templates