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JOSUÉ “CHECHO” VERGARA | Opinión | 27/06/2016

“EL SECUESTRO DE LA POLÍTICA”, PARTE 1

“Cuando los ciudadanos dejan de prestar atención por la política llegan a las instituciones políticos que no prestan atención a los ciudadanos, y eso es muy malo para la democracia.”
Rosa Díez -

El secuestro se convierte día a día en un tema muy tenebroso en nuestro estado, en términos generales este delito determina que comete secuestro “la persona que prive la libertad a otro, cuando se persiga algunos tipos de propósitos” y se encuentra implícito penas por llevar a cabo esta conducta. Iniciamos referenciando este tipo de delito establecido en nuestra legislación penal, como precedente de la colaboración del día de hoy.

Si bien te podrás preguntar qué tiene que ver el secuestro con una columna netamente contraria, aquí tienes mi respuesta: pareciera que esta acción se está llevando a cabo en el ámbito político, ya que como lo hemos estado observando, se están viviendo guerras internas en la mayoría de los partidos políticos (azules, rojos, amarillos y hasta verdes), que a diferencia de otras, están resultando muy peculiares.

Pero ¿Por qué existe esa pugna entre los integrantes de cualquier partido político? ¿Cuál es su razón de ser? ¿Sus integrantes son conscientes del motivo de la lucha por el poder, de su partido político? ¿Los ciudadanos estamos dispuestos a seguir tolerando este tipo de acciones? Interrogantes que me voy a perimir contestar en dos partes, dando mi opinión; solo eso.

Con toda responsabilidad me permito opinar al respecto, ya que considero que después de casi 19 años de participación activa en estos temas de la política, he logrado conocer desde sus entrañas las razones del actuar -no de un partido político, si no de los llamados liderazgos-, dentro de una institución de este tipo. Permíteme realizar esta diferenciación, ya que a lo largo de estos años no he encontrado ningún instituto político que lleve en sus principios o su razón de ser, alguna afectación a los mexicanos, sino todo lo contrario. Encuadrando en palabras simples: la búsqueda del bienestar social y el crecimiento de la ciudadanía.

Entonces cabe preguntamos: ¿Dónde está el error? Claro, acertó: se encuentra entre algunos de sus llamados liderazgos y esto, se debe a que durante su trayecto les resultó atractivo servirse de las necesidades, más que servir a los necesitados.

Durante un corto tiempo fuimos testigos de los desajustes y acusaciones que surgieron entre los rojos -motivo principal de los resultados electorales del 2015-, en los cuales unos acusaron a otros para ver quién es o fue el más corrupto; para ver quién hizo alianza con los azules; para ver quién desviaba más recursos públicos para lograr un fin. Se habló de venganzas políticas y acuerdos a niveles muy delicados, hasta llegar a suponer acuerdos con parte de la delincuencia organizada. Todas estas acciones están aminorando, porque se observa claramente que el reajuste de los mandos está rindiendo sus frutos.

CONTINÚA...