El ex alcalde aquilense Juan Hernández Ramírez, en conferencia de prensa dada en la capital colimense, pidió garantías de seguridad al gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, y al presidente de México, Enrique Peña Nieto, para vivir en el municipio de Aquila, al que quiere regresar pero no puede por las amenazas que asegura le han hecho los autodefensas, quienes dijo, ya en una ocasión que fue a su natal Maruata, intentaron levantarlo para matarlo, y tuvo que huir ayudado por la Comunidad Indígena de Pomaro a la que pertenece.
Hernández Ramírez también aseguró ser víctima de una persecución política por parte de funcionarios del Ayuntamiento de Aquila que preside José Luis Arteaga Olivares, los que dice “se portan como si siguieran en campaña por la presidencia municipal”, cuando ya son gobierno y deben actuar como tal, fincando responsabilidades si existieran, “pero no las van a encontrar porque no hice nada irregular”.
Juan Hernández Ramírez dijo estar consciente de que su periodo como gobernante ya concluyó y de que ahora el presidente municipal es José Luis Arteaga Olivares, al que ofreció sus respetos, pero le demandó frenar la campaña de odio y mentiras de sus colaboradores, e iniciar otra campaña, de reconciliación y promoción de la unidad de todos los aquilenses para que el municipio viva en paz plena y con desarrollo.
El ex alcalde dijo que como autoridad municipal le tocó vivir situaciones inéditas en la que tuvo que tomar decisiones fuertes y apoyar acciones que los gobiernos federal y estatal implementaron en el municipio para restablecer el orden y el Estado de Derecho, pero que grupos armados locales que exigían les diera todo el presupuesto de seguridad, a lo que no accedió, la tomaron en contra suya tachándolo de “templario y todo lo que se les ocurría”, pese a que si los apoyó con gasolina y alimentos principalmente para que dieran seguridad a los aquilenses a partir de que por una decisión del enviado del Presidente de la República se quedó sin policía y sin el dinero del ramo correspondiente.
De la acusación de haberse reunido con “La Tuta”, Juan Hernández Ramírez dijo que en su momento la Procuraduría General de la República lo llamó a comparecer, y tras declarar, la PGR no encontró elementos que lo vincularan con los Caballeros Templarios porque como sucedió con otros muchos presidentes municipales fue obligado a ir, pero a diferencia de otros casos, él no fue solo sino acompañado por muchos indígenas del pueblo nahua de Pomaro al que pertenece, y no negoció nada, señalando que existe un video de esa vez en poder de la autoridad, asegurando que de una copia del mismo, fueron tomadas las fotos con las que gente que ahora anda de autodefensas quisieron extorsionarlo, y al no lograrlo, después las publicaron y usaron dolosamente en su contra con la intención no conseguida de tumbarlo de la alcaldía porque les estorbaba para apoderarse del dinero del ayuntamiento.
El ex edil dijo que en la pasada elección los autodefensas se involucraron apoyando a un candidato y acusando a los contrarios de Templarios, intimidando y corriendo a la gente del municipio para que no votaran en contra su candidato, y cuando ocurrió el atentado contra Cemeí Verdía, aprovecharon para acusarlo de ese hecho, por lo que fue detenido arbitrariamente en Maruata y llevado a Coahuayana donde fue golpeado en la oficina de los comunitarios, trasladado más tarde a la subprocuraduría regional de Lázaro Cárdenas donde fue sometido a proceso, y después liberado por no encontrar elementos que acreditaran la responsabilidad que le imputaban.
Juan Hernández Ramírez concluyó afirmando tener la conciencia limpia de su actuación como gobernante y como persona, mencionando estar en pleno goce de todos sus derechos y que es su deseo volver a su pueblo Maruata y a su comunidad indígena, Pómaro, donde está su casa, sus padres, su familia y sus amigos, pero que no puede hacerlo por las amenazas de los autodefensas a los que acusa de también intentar despojarlo de sus propiedades, por lo que reiteró su demanda de garantías de seguridad al gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, y al presidente de México, Enrique Peña Nieto, para vivir en el municipio de Aquila, y responsabilizó al comandante comunitario Santiago Aquino de cualquier cosa que le suceda a él y su familia en su integridad personal o bienes.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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