*Considera la Iglesia Católica equivocación en la aprobación de matrimonios igualitarios *Lamentó que no haya habido realmente un sondeo para conocer el pensamiento de la mayoría *Hay peligro que se afloje la moral
El Obispo de la Diócesis de Colima, Marcelino Hernández Rodríguez lamentó la aprobación de los matrimonios igualitarios en Colima, pues aseguró “es una equivocación grande, todos sabemos que las cosas no son así”.
Indicó que como Iglesia Católica se apegan a lo dicho y escrito en la Biblia, asegurando que esto no es criterio, sino un Evangelio que hay que seguir.
“Hace falta buena voluntad, para que a la hora de leer la palabra de Dios, diga: esto debe ser así y esto me convence. Pero si yo digo que la iglesia siempre está poniendo trabas y a todo le llama pecado, para qué discutimos, mejor respetamos, tú piensas así, a lo mejor ya lo pensaste suficientemente, Dios que te bendiga, que te ayude y ya no nos convertimos en juez de nadie”, señaló.
Aunque lamentó también que no haya habido un verdadero sondeo entre la mayoría de la gente para conocer su pensar respecto a este tema y haberlo tomado en cuenta.
“Pero son muestras de que no estamos pensando, probablemente, como debiéramos aprovechar nuestras capacidades, nuestra persona, donde viene lo del género, donde viene lo del sexo y donde viene lo del amor y como entender eso y como vivir la vida en presencia de Dios”, resaltó.
Consideró que con esta aprobación hay “peligro de que se nos afloje la moral, que se nos afloje la ética, la conciencia y lo que yo sabía que era malo, no le hago caso y digo que no es tan malo, o que es bueno, sabiendo que yo no voy a poder hacerla de mamá, no voy a poder ni siquiera dar un consejo fundamentado, porque yo hago lo que se me antoja, o sea el impulso, voy tras el impulso, yo hago lo que tengo ganas y si no es tan bueno y si perjudica a otro, hacen otras cosas que me perjudican a mí”.
Dijo que sería un grave error después de esta aprobación de los matrimonios igualitarios que se aprobara también el aborto, pues sentenció “si toleramos el aborto, lo que sigue es la eutanasia”.
“Cuando tengamos 60 que empiecen a decir, éste está respirando el aire de los demás, éste que ya se vaya, ya no produce. Puede ser mi padre, o abuelo, el que me dio de comer, pero ya están viejos; o el niño que salga con cualquier defectito, ¡vámonos!; pues nos vamos por delante nosotros”, concluyó.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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