COMM-POLITICS

ALEX CARBAJAL BERBER | Opinión | 02/06/2016

EL MAL USO DE LAS REDES SOCIALES

Uno de los fenómenos comunicacionales más persistentes en el mundillo político colimense es el mal uso – por no decir pésimo – de las redes sociales por parte de los actores políticos de la localidad o la región, o en el mejor de los casos, por parte de sus asistentes, sino es que llanamente por parte de sus equipos de imagen y comunicación.

En la galería “horrográfica” de los errores más comunes de dichos actores políticos en el uso de sus redes sociales, podemos encontrar tópicos para todos los intereses, desde mensajes mal escritos por fallas ortográficas o sintácticas, “selfies” de escasa estética, fotografías borrosas y a contra luz, mensajes ininteligibles, abreviaciones inexistentes para no pasar el límite de caracteres del “twit”, donde el “copiar-pegar” también facilite el “post” del Facebook; así como una sobre saturación de imágenes y un excesivo “etiquetado” de contactos, a merced de que confunden la función de un perfil personal con el de un página de figura pública.

Podría continuar por renglones enumerando equivocaciones de las figuras públicas en el uso de las redes sociales, pero mejor vayamos a algunas de las causantes. Obviando el hecho de que hay funcionarios de cualquier poder – legislativo, ejecutivo y judicial –, y de cualquier nivel, – municipal, estatal o federal – que piensan que nos resulta interesante conocer qué sabor de paleta de la Villa prefieren degustar, o saber a qué santo le profieren más devoción, la gran mayoría de las figuras públicas basan su estrategia de redes sociales en las ocurrencias y en el albur: es decir, lo que se le ocurre en el evento al que fue invitado, o en el lugar en el que fortuitamente está parado. Así que mientras haya wifi o datos suficientes, nos dejan saber las novedades inútiles de un cargo por el que nosotros pagamos, y que ellos, en su mayoría, desperdician.

Enumerar los funcionarios que al menos paguen una asesoría en el tema de redes sociales es un verdadero reto. Si nos guiamos por los resultados, no llegamos ni al diez por ciento de aquellos que creen que Facebook es su legado para la posteridad.

Para comunicar a través de las redes sociales, hay figuras políticas que llevan un instinto innato, y otras que son una bomba de tiempo. Evidentemente, si no hay asesoría en contenido de redes sociales, no hay planeación, no hay una estrategia y calendarización, invariablemente existe el riesgo de pasar de figura política, a protagonista de un “meme”; o en candidato a ser “troleado” por los integrantes del grupo político opuesto.

No nos vayamos muy lejos. Hay secretarías del gabinete estatal que siguen posteando invitaciones infográficas en Facebook con errores ortográficos, pese a que habían sido advertidos del traspié con anterioridad. Mientras no haya un verdadero interés por la asesoría comunicacional en los temas más importantes, incluyendo el de las redes sociales, a nosotros nos seguirá divirtiendo abrir las aplicaciones diversas para conocer qué sabor de paleta de la Villa va más con el paladar de distintos actores políticos.

Pase de salida…

Sobre el mal uso de redes: en la sobremesa se comenta la goleada que le propinó la ex candidata albiazul a diputada local, Meyly Pastora Beltrán, a los “troles” tricolores en redes sociales, tras su incidente con la policía estatal. El “hashtag” #LadyRobaCelulares tuvo el mismo impacto mediático que el tema del desafuero sobre López Obrador, convirtiéndolo en mártir; la estrategia se convirtió en un #TiroPorLaCulata.