LA FÉRREA FINAL DE MILÁN
La Liga de Campeones de Europa se define este sábado en la final a disputarse en San Siro, el mítico estadio de Milán donde se enfrentarán un mago del balón en la cancha, Zinedine Zidane, dirigiendo al Real Madrid, y un perro de presa en el campo de juego, Diego Simeone, como técnico del Atlético de Madrid.
Será un duelo férreo, en el que por un lado habrá deseos de venganza del equipo menos reconocido de la capital española, el Atleti, por la final perdida ante el acérrimo rival en 2014 en Lisboa, y donde en el otro extremo estará el club más grande del siglo pasado, que ahora debe ganar el título europeo para rescatar una temporada que inició verdaderamente mal con Rafa Benítez, y que ha venido en franco ascenso con el francés en el banquillo.
Los dos equipos de Madrid son posiblemente la antítesis en el campo de juego. Por un lado está el Atlético, un cuadro que ha revivido el catenaccio de Helenio Herrera, maximizado y modernizado. Es un cuadro que te asfixia desde la salida –con lo que sufrió el Barcelona en esa eliminatoria–, y también es un equipo que ahora tiene doble pegada, algo que en 2014 no tuvo. Arriba, como cuervos de área, está uno de los mejores delanteros del mundo, el francés Antoine Griezmann, acompañado de Fernando “El niño no tan niño” Torres, un futbolista que en la presente temporada ha vuelto al bueno juego que nos mostró hace unos años, cuando definió una final de Eurocopa a favor de España.
Real Madrid, por su parte, si bien no es un cuadro mágico como el futbol que desplegó su entrenador a lo largo de su carrera en la cancha, expone un futbol más cercano a la tenencia de la pelota. El Madrid sufre cuando tiene que defenderse sin el balón, y por ese motivo es que Keylor Navas, su portero, se ha convertido en un referente de la temporada. Probablemente, su pecado es que sigue dependiendo demasiado de lo que hace en el ataque Cristiano Ronaldo. Las eliminatorias de Champions en las que sufrió, y los partidos de Liga en lo que intentó alcanzar al Barcelona, tuvieron resultados favorables, gracias a las acciones del portugués en el ataque. Será interesante ver cómo los colchoneros se ocupan defensivamente de las acciones de CR7, y de su socio –y verdugo en la final de Lisboa–, Gareth Bale. A eso hay que sumarle el duelo en mediocampo entre Sául Ñíguez y Toni Kroos, por cada bando.
Precisamente el recuerdo de aquella desastrosa final, es la que tiene tan ariscos a los del Atlético de Madrid. Aquél duelo en Lisboa, el conjunto colchonero tuvo que mandar al banquillo, por lesión, a su mejor hombre en el ataque, Diego Costa. A partir de ahí, el tema anímico los hizo reaccionar, poniéndose en ventaja con un craso error de Iker Casillas. Su infortunio fue un gol de último segundo del madridista Sergio Ramos, cuando ya todo parecía definido. En tiempo extra, ante el cansancio generalizado de un Atlético que renunció a la pelota y se dedicó a defender, Bale y CR7 hicieron estragos en una defensa rojiblanca que no podía ni con su alma.
Hoy, al menos en lo que respecta al ataque colchonero, el panorama es muy distinto. Será un enfrentamiento épico, donde el entrenador de moda, Diego Simeone, podrá cambiar la historia de todo lo que conocemos, y convertirse –de paso–, en uno de los pocos sudamericanos que levanten la Orejona como director técnico.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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