PROTOCOLO ALBA, INTERESANTE PARA COLIMA
En nuestra entidad, ya son conocidas las noticias relacionadas con las desapariciones de mujeres de diferentes edades, y aunque muchos aseguran que en la mayoría de los casos se tienen antecedentes de problemas intrafamiliares, y que estas mujercitas se fueron del hogar por desafiar la autoridad de sus padres, nunca se debe descartar la posibilidad de que la ausencia de una adolescente o jovencita en su domicilio, realmente obedezca a que de manera violenta fue privada de su libertad.
Y en Colima fue la Alerta Amber el protocolo de búsqueda que se ha empleado, desde los tiempos en que Rogelio Humberto Rueda Sánchez fuera Secretario General de Gobierno, y fue el instrumento para dar con el paradero de las “desaparecidas” sin embargo, ya se han tenido experiencias en donde se emite dicha alerta y las jóvenes retornan al seno familiar tras una investigación por parte de las autoridades de impartición de la justicia, pero también hay que decirlo, existen algunos casos en los cuales sus familiares siguen buscándolas, con la esperanza de volverlas a ver.
Pero debemos partir de una realidad, se ha perdido el control en casa, los excesos de trabajo en padres, la desintegración familiar, la violencia doméstica, la influencia de malas amistades en jovencitas, noviazgo dominante y baja autoestima, perdida de respeto a las figuras de autoridad, mujeres menores de edad que se concentran en bares, discotecas, lugares públicos en donde se consume alcohol y se escucha música, quienes por cierto regresan a sus hogares a altas horas de la madrugada, esto, solo por citar algunas causas.
Sin embargo, existen casos en donde las muchachas llevan una vida tranquila y de estricto apego a la familia.
Por eso es necesario buscar modelos operativos que coadyuven en la pronta localización de personas mujeres extraviadas, y un buen ejemplo sin duda sería el copiar de Jalisco el Protocolo Alba, la cual es una herramienta jurídica que permite la localización inmediata de mujeres, niñas y adolescentes que por alguna razón se encuentren “ausentes”.
Y es que desde el pasado 8 de febrero, se declaró la Alerta de Género en ocho municipios de Jalisco, y fue el vecino estado, el primero de la república en generar por sus propios mecanismos que permite conocer de manera científica y social la situación por la que se genera la violencia en contra las mujeres. Protocolo que persigue lograr que ninguna mujer sea violentada o que se tenga que ausentar a consecuencia de violencia intrafamiliar.
Pero ¿Quiénes intervienen para que funcione? Principalmente se requiere del apoyo de organismos sociales como las universidades, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, sociedad y gobierno. Y el mecanismo consiste en que el Protocolo Alba Jalisco se aplica una vez que se denuncia la ausencia de una mujer indistintamente su edad, llamando al 066, o 911, para que trabajen coordinadamente las agencias del Ministerio Público o corporaciones policiales.
Buscando garantizar en todo momento el respeto, la integridad, la libertad y el diseño de vida de las mujeres.
Es así como durante las primeras 24 horas, inicia la investigación para la localización de la desaparecida, realizando acciones necesarias para acreditar el delito. Después el Ministerio Público reforzará la búsqueda enviando una cédula única de difusión a los medios de comunicación y a los integrantes del Grupo Técnico de Colaboración, quienes deberán de informar de las acciones al representante social; esta etapa no tiene vigencia y concluye cuando se localiza a la ausente o se pasa a la última fase cuando se determina que existe un delito, dándose vista al área especializada para continuar con la indagatoria y la búsqueda hasta localizarla.
Y por último destacar que el l sistema de búsqueda estará soportado por una plataforma electrónica distribuida en todas las dependencias de la entidad, y el Protocolo Alba Jalisco está sustentado en 33 instrumentos jurídicos internacionales, 16 nacionales, 12 estatales y faltarán por incorporar los de cada uno de los 125 municipios de la entidad.
Al analizar a detalle esta información, de inmediato pensé en las mujeres colimenses de todas edades, independiente si es de zona rural, indígena o urbana, también recordé las cifras de feminicidios, violencia verbal, física, económica, mujeres desaparecidas, y me dije amable lector, “bien valdría la pena, implemente el protocolo Alba en Colima, pues después de 11 años en los que poco más de una centena de mujeres fueron asesinadas, con urgencia se requieren de mecanismos que garanticen que ni una mujer estará expuesta a ser víctima de las diferentes modalidades de la violencia, y en caso de estar “ausente” se emprendan acciones de inmediato, de manera coordinada y sobretodo, con gente capac
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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