COLIMA REQUIERE CON URGENCIA UN INSTITUTO DE CIENCIAS FORENSES
La noticia relacionada con crímenes de diversa índole, se han convertido en parte de las noticias cotidianas en todo el estado de Colima, y ya no existen zonas específicas para que transeúntes o automovilistas, den parte a las autoridades tras haber encontrado restos humanos recientemente ultimados o en avanzado estado de putrefacción, simplemente a cualquier hora y en cualquier zona del estado, podemos llevarnos la desagradable sorpresa de ser testigos de habernos encontrado con un cadáver.
Debemos partir reconociendo que nuestra entidad ya no es en un porcentaje mayoritario de personas oriundas de estas tierras, como se mencionó en este espacio, nos hemos convertido en una entidad que alberga una población diversa y flotante, esto como resultado de las actividades económicas que tras convertirse en una lluvia de oportunidades para el empleo, se convierte también en automático, en el umbral para que la delincuencia organizada se introduzca de manera paulatina y establezca una residencia temporal o permanente; y eso dependerá en gran medida de las acciones que emprendan las dependencias de seguridad e impartición de justicia para el esclarecimiento de los hechos, sin embargo, también estas acciones deben estar bien organizadas y apoyadas por los tres niveles de gobierno.
Es preocupante que Manzanillo, la capital económica del estado, el puerto más exitoso del país y una de las regiones altamente productivas en materia energética del continente, no cuente con algo tan básico para los decesos diversos como lo es un anfiteatro. Cuando alguien muere en Manzanillo, las autoridades de la procuraduría general de justicia, se tienen que llevar el cuerpo al municipio de Tecomán, es decir trasladar un cadáver 50 kilómetros para que las autoridades del sector salud, le practiquen la autopsia de ley.
Los números de cadáveres ya encienden un foco rojo para que Colima deje de actuar con un sistema de Justicia que opera al estilo pueblerino, nuestra entidad es cierto, en extensión territorial y población para muchos resulta pequeña, sin embargo para todos los que habitamos esta bella tierra, nos queda claro que se requiere con urgencia una transformación en la manera de esclarecer los hechos, porque simplemente cada día son más los cadáveres y menos las aclaraciones.
De nada servirá que hayan traído como procurador de justicia a Felipe de Jesús Muñoz Vázquez, un abogado con varios estudios de postgrado en Ciencias Penales, Juicios Orales, experto en Criminalística y ex titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), si no contará con los recursos humanos y financieros necesarios, para realizar las transformaciones urgentes al interior de la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE). Se requiere de tener expertos investigadores, criminólogos y forenses, además de que los agentes de la procuración estén bien capacitados para actuar en las acciones que requieran de manera pronta y expedita rendirle cuentas a la sociedad colimense.
Y para esto amable lector, se requiere de contar con un Instituto de Ciencias Forenses equipado con la más alta tecnología para el área informática, pero sobretodo, con un laboratorio que cuente con los expertos calificados para determinar con exactitud las causas de muerte como resultado de la actividad delictiva. Pero no sólo eso, se podrá analizar a detalle los cadáveres encontrados en avanzado estado de putrefacción o restos humanos practicando necropsias que esclarezcan hechos relacionados con el área judicial; y aquellas muertes que generan dudas en el área médica. Insisto no es un capricho, es una garantía con la que debe contar el pueblo colimense. Al tiempo.
CONTINUA...
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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