CULTURALIA

NOE GUERRA PIMENTEL | Opinión | 22/01/2016

DEL COLIMA NUESTRO

Este 20 de enero Colima, la ciudad antes Villa y, a la postre, punto de origen del Cantón, Territorio y luego Estado del mismo nombre, conmemoró un aniversario más de su fundación, luego de la exploración y conquista española. Una fecha, ésta, que hasta hace veinte años prácticamente estaba en el olvido y que quizá así hubiera permanecido de no ser por una afortunada coincidencia, por un lado la argumentada persistencia e influencia de los integrantes de la Sociedad Colimense de Estudios Históricos, principalmente Ricardo Guzmán Nava, Rafael Tortajada, José Levy y quien esto escribe, y, por el otro, la sensibilidad de los munícipes del Ayuntamiento que por aquellos años (1995-1997) encabezaba como Presidente Municipal Arturo Velasco Villa.

Fue con un manifiesto en Bando Solemne redactado por José Miguel Romero de Solís, entonces Director del Archivo del Municipio de Colima, con el que el Alcalde, acompañado por el honorable Cabildo e invitados especiales, a la usanza española y de acuerdo al reglamento protocolario, hizo el anuncio en los sitios correspondientes para recordar a los vecinos de Colima esta importante y fundamental efeméride local, con ese mismo motivo y para rememorar la fecha se le impuso el nombre “20 de enero de 1527” a la hasta entonces escuela secundaria técnica No. 31 ubicada en la Col. La Albarrada de la ciudad de Colima, además de otras actividades cívicas y artísticas que al siguiente año, con la posterior administración municipal devinieron en el Festival de la Fundación de Colima aún vigente en su décimo novena edición. Satisface saber que al margen de colores esta semilla cultural germinó y que el cultivo sigue creciendo.

Pero ¿Qué conmemoramos? Aquí una breve reseña de los motivos. Como se sabe, los restos más antiguos de asentamientos humanos en lo que hoy es el estado de Colima corresponden al siglo XV a.C. A través del tiempo fueron llegando nuevos grupos étnicos, hasta que en el año 100 d.C. se establece el complejo de Comala, cultura bajo la cual el arte cerámico regional alcanza su máxima perfección. Como ejemplo de la expresión de este arte están los “perros”. Otros complejos llamados de Manzanillo, Armería, de Colima, la Campana y Chanal le sucedieron. Siendo hoy los más explorados los restos arqueológicos de Chanal y La Campana, que pertenecen a los siglos VI – XV d.C. Desarrollos que exhiben templos piramidales, calzadas y representaciones de lo cotidiano.

Se afirma que luego de la primera avanzada española al mando de Cortés en 1519 por la actual Veracruz, fue en 1522 cuando tuvo presencia por acá la primera expedición española a cargo de Juan Rodríguez de Villafuerte, sin embargo, enfrentó su derrota ante los indígenas locales. La siguiente incursión estuvo a cargo de Gonzalo de Sandoval, quien logró establecer el dominio hispánico sobre el 25 de julio de 1523, bajo las órdenes directas de Hernán Cortés, según describe en su cuarta Carta de Relación fechada el 15 de octubre de 1524, para después fundar la Villa de Colima que con sus primeros pobladores emigró a su sitio actual probablemente un 20 de enero de 1527. Fecha fundacional que se rememora.

Durante el siglo XVII, la alcaldía de Colima debió enfrentarse al embate de piratas europeos que llegaban a la bahía de Santiago, cerca del hoy puerto de Manzanillo.

A pesar de ser una alcaldía directa del virreinato desde su fundación, a finales del siglo XVIII se convirtió en subdelegación de la Intendencia de Guadalajara. Al igual que su iglesia, que dependía del obispado de Guadalajara. Aunque antes, de marzo 1792 a noviembre del mismo año, Colima tuvo como cura interino de su parroquia a Miguel Hidalgo y Costilla, dependiente de la Intendencia de Valladolid. Escenario de grandes batallas entre insurgentes y realistas (defensores de la corona española), la Villa de Colima vio luchar a hombres como José Antonio Torres, Rafael Arteaga, Pedro y Manuel Regalado, José Calixto Martínez (Cadenas), Miguel “El Lego” Gallaga, José Antonio Díaz e Ignacio Sandoval.

Una vez consumada la independencia de España, en 1821, Con la primera Constitución Federal en 1824 Colima tuvo la categoría de Territorio Federal, sin embargo en 1837 volvió a perder esa condición política al ser renombrado Distrito del Departamento de Michoacán. No es sino hasta 1857, con la promulgación de aquella Constitución, cuando obtiene su categoría de Estado de la Federación, mismo que conserva y que hoy nos retribuye en soberanía e identidad.