En una de las veces que fui a cenar pozole allí con Doña Chole en el Barrio de San José allá por los años 60s empezó a platicar una nueva historia y todos los que comíamos nuestro pozolito poníamos atención:
Decía así Doña Chole, allá por el Jardín Núñez una anciana tomo un taxi del sitio, el conductor pregunta adónde desea que la lleve, ella inicia un periplo que la llevará de iglesia en iglesia, e indicando al taxista que la llevara a la Sangre de Cristo, el taxista la llevó y la esperó por un buen rato, así sucesivamente fue recorriendo diferentes templos entrando y saliendo, de cada sitio de oración la mujer regresa al vehículo envuelta en llanto y con rezos en los labios.
Hasta que llegó al templo de la Salud, allí duró más tiempo frente a una tumba que se encuentra en el atrio del templo, hincada rezando llore y llore, el taxista la estaba viendo desde su auto y cuando llega le dice y ¿ahora a cual templo quiere ir? porque ya tenemos más de dos horas visitando templos.
Ella por fin indica al taxista que la conduzca a su casa, en donde su hijo pagará por el servicio, que no ha sido barato después de dos horas , el taxista obedece y la lleva allá por el rumbo al centro en una esquina por la 5 de Mayo y Venustiano Carranza, una vez en la puerta del hogar, la mujer desciende diciendo que irá por el dinero, pero largos minutos pasan y nadie se asoma, pasando ya más de 10 minutos el taxista, fastidiado, llama a la puerta con acritud y decidió tocar la puerta, cuando sale de allí un anciano que apenas podía caminar y le pregunta que quiere, el taxista le dice que acaba de dejar a una señora, platicándole al anciano todo lo que paso.
Entonces el taxista le dijo al señor, yo traje a su esposa y el anciano le dice ¿Qué? mi esposa murió hace ya más de veinte años, mire pase usted allí están los retratos de mi esposa y el de mi mamá, cuando el taxista mira las dos fotografías le indica al anciano a cual fue a la que llevo, lo que el anciano le dice eso es imposible "porque ella fue mi madre y murió hace más de cuarenta años".
Para entonces el taxista le brincaba el corazón a tal grado que perdía la respiración y diciéndole al anciano ¡entonces lleve a una muerta! al mismo tiempo que caía al suelo infartado.
Nadie supo porque la anciana visitó los templos, quizá una manda o tal vez un recuerdo
Esta tragedia era muy común que los taxistas de aquel tiempo lo platicaran a sus pasajeros.
Y termina diciendo Doña Chole después les platico lo que le pasó al anciano de la casa, como siempre nos dejaba bien picado con sus leyendas.
“Leyendas y cuentos de mi Barrio”
Leyenda por: FAR.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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