“LA SEÑORA DEL CRISTO ROTO”

COLIMA DE AYER | Colima | 01/11/2015

A principios del siglo XX Doña Juventina Urzúa (Doña Juve), quien, caminando por el sendero de la piedra lisa cuando era potrero aun, tropezó con algo en el suelo. Miró hacia abajo aquello que estorbó su caminar y encontró a sus pies un crucifijo roto. En ese momento lo recogió y lo llevó a su casa, allí lo puso en su sala, llenándolo de flores y de veladoras, y así fue como siempre trató la señora al Cristo roto.

Nunca le faltó ni una flor y siempre le ponía una veladora. Así llevo su vida hasta que un día enfermó de gravedad. El doctor determinó que no se podía hacer nada. Su familia, triste a su lado lloraba sin cesar, escuchaba como Doña Juanita les decía “no lloren, pues el señor me dijo en un sueño que, así como lo recogí y lo llené de flores ahora él llenaría de flores mi tumba y nunca habrá día en que me falten flores como a él no le faltaron”.

Y así fue, la señora falleció y un par de días después comenzaron a salir flores sobre la tumba, pero de una forma peculiar. En vez de crecer y salir hacia arriba, las flores conformaban dos salientes que parecían proteger en un constante abrazo, la tumba de aquella señora. Hasta hoy ya no existen las flores en la tumba de esa generosa señora (Doña Juventina) su tumba fue profanada y destruida y solamente están las ruinas, es por eso que cuando vayas al panteón te encontraras a una señora con una sonrisa triste en sus labios con un ramo de flores y el Cristo roto colgando en su pecho (fíjate bien)

Leyendas y cuentos de mi Barrio

Por: Francisco Anzar Ruíz.