Se cuenta de un grupo de amigos que estudiaban en la Normal de Colima allá por los años 30s.un día, uno de ellos hizo una apuesta con sus compañeros: entraría al Campo santo (panteón) a las ocho de la noche, hora en que según la creencia salían los muertos de sus sepulcros y clavaría un clavo para constatar su presencia.
Dadas las ocho en el reloj, el joven brincó la barda con clavo y martillo, caminó hasta el fondo del panteón y clavó el metal puntiagudo en una parota; sin embargo, al quererse retirar del lugar, notó que alguien o algo le detenía su saco, fue entonces que se llenó de pavor y horror a tal punto de perder la conciencia, sus compañeros le esperaron una hora y al notar que no llegaba entraron al panteón a ver lo que pasaba; sin embargo, fue demasiado tarde ya que el joven yacía muerto: dicen que a las 8:00 de la noche todos los viernes se aparece, si gustas puedes comprobarlo. Los amigos hallaron tendido en el suelo con el saco sujeto a la parota con él.
Los compañeros del joven enloquecieron y todavía se comenta dicho hecho con Uno de ellos Don Juan Villalpando...
Si quieres comprobarlo puedes ir a las 8:00 PM junto a esta parota
“LEYENDAS DE MI BARRIO”
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