CULTURALIA

NOE GUERRA PIMENTEL | Opinión | 16/10/2015

OYENDO LA FIESTA DESDE LA CÁRCEL

La Feria de Colima o Feria de todos los Santos, como se oficializó hace unos años, evento regional cuya primera referencia la encontramos en un acta del cabildo de Colima fechada en 1572 y de la que otra más aparece en la “Descripción de la Provincia de Colima” que en 1789 hizo Miguel José Pérez Ponce de León, el último Alcalde mayor de la Villa de Colima, cuando alude las “fiestas públicas de toros” realizadas juntamente con el fervor que cada año, los primeros días de febrero citaba Felipe de Jesús “Santo patrono y protector de los colimenses”. Celebración que se realizaba en la Plaza real, frente a la Casa Consistorial (actual Palacio de Gobierno) en cuyo interior estaba la cárcel.

Luego de varios lustros de nulas menciones del festejo, se documenta que a instancias de Leandro Bravo, el segundo representante federal por el Territorio de Colima fue hasta 1826, según el decreto publicado el 21 de abril de ese año, cuando el entonces Congreso general autorizó una Feria para Colima, sin pago de impuestos por un periodo de quince días y con carácter anual para diez años a realizarse del 5 al 20 de marzo, aunque solo el siguiente año tuvo lugar, suspendiéndose por más de siete décadas hasta 1896 resurgiendo en otra época del año, más propicia, en ésta que actualmente la conocemos de octubre noviembre, realizándose originalmente en la Plaza principal o jardín de La Libertad, como desde 1909 se le conoce a este espacio.

En 1911, precisamente el 11 de octubre, el cabildo de Colima, luego de 15 años de haberse celebrado en la plaza citada acordó, retirada la verja, los portones y demolido el muro perimetral, su traslado al Jardín Gral. (José Silverio) Núñez, para no variar con la cárcel enfrente, a lado oriente, en lo que ahora es la escuela Tipo República Argentina, ahí, en 1913, se conoció con el nombre de “Feria de Todos Santos” y así se mantuvo con funciones intermitentes hasta pasada la cristiada.

En su época moderna, contable desde 1934, periodo en el que le cambiaron la denominación en 1939, cuando el Gobierno estatal oficializó su obligatoriedad con el nombre de: "Feria Regional, Agrícola, Ganadera, Comercial e Industrial del Estado de Colima", mismo que tácitamente se redujo a “Feria Regional”, como se identificó hasta 1958, periodo en el que se le agregó: “Cultural”.

Fue precisamente en 1934 cuando surgió la práctica de que el festejo tuviera reina y que fuera la representante estatal del festejo, con la cuenta de las funciones, sumatoria que extraña e inexplicablemente, al menos para mí, omite las fechas en las que por razones extraordinarias dicho festejo no se ha realizado, así, tenemos que no se contabilizan cuatro, la de 1941 por el sismo del 12 de abril, las de 1947 y 48 por la fiebre aftosa y la de 1959 por el Ciclón (“Linda”) del 27 de octubre de ese año. Un año antes, en 1958, ya se había estrenado en terrenos de la entonces Unidad Deportiva "Ignacio Zaragoza", sobre la calzada Pedro A. Galván, actuales edificios de la Secretaria de Cultura y de los poderes Legislativo y de Justicia.

Al norte de esas instalaciones ya funcionaba la Penal o cárcel estatal. En 1978, veinte años después, durante el sexenio que corría, se tomó la decisión de construir instalaciones propias y definitivas para la “Feria Regional de Colima”, esto, en terrenos de la Estancia, a 8 kilómetros del centro de la ciudad de Colima, lugar donde se ha mantenido hasta nuestros días, ya casi cuarenta años, tiempo en el que el entonces lejano predio, donde, para no variar, también se encuentra la cárcel, las instalaciones del Centro de Readaptación Social (CERESO), lugar lejano aquel entonces que ya fue alcanzado por la mancha urbana. Cabe apuntar que en 1981 el Gobierno estatal emitió el decreto que amplió su duración de 10 a 16 días de la Feria del Estado, periodo en el que de manera indistinta fue llamada Feria de Colima o FECO.

En decreto del 30 de Abril de 1992, el 2 de mayo se creó el Instituto de Fomento de Ferias y Exposiciones de Colima (IFFECOL), como organismo público, descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propios para planificar, organizar, ejecutar y valorar las actividades de la Feria Estatal y de las otras que se realizan en el Estado (...). Recientemente, para rescatar su denominación original, se le reimplantó el de “Feria de Todos Santos”, según decreto publicado el 13 de junio de 1998, no obstante y según para modernizarlo, el 8 de febrero del 2007 el mismo le fue modificado, quedando como “Feria de Todos Los Santos”.