ESTAMOS EN EL AÑO DE HIDALGO
Los diez presidentes municipales y la totalidad de los altos funcionarios del gobierno del estado están a punto de concluir sus administraciones, inclusive están preparando las maletas y los documentos para la entrega recepción en los próximos días, y pareciera ante la opinión pública que todas las autoridades de los dos niveles ya arrasaron con toda la lana, dejando las arcas vacías con una enorme deuda que a la fecha ninguno de ellos se atreve a decir cuánto es la realidad, ni en los municipios, ni del estado, como si las deudas son asuntos de alta discreción, casi como secreto de estado, por tal motivo los ciudadanos, los nuevos alcaldes y el gobernador entrante sabremos la verdad una vez que tomen posesión de sus cargos.
El último año de una administración en México, se le denomina popularmente “El año de Hidalgo” que es la costumbre de arrasar con todo, que sin respeto por el apellido del padre de la Patria se emplea para rimar con la frase de “Ching…a su mad…quien deje algo”. Esta pésima costumbre a la mexicana, que es histórica, significa que el gobernante saliente se llevó todo, y el nuevo o entrante empezará de menos ceros, es decir no solo no encontrará dinero en la Tesorería si no que pagará por varios años la deuda que le dejó su antecesor sin control alguno. ¿Hasta cuándo pararán esta grave irregularidad?
Pero es el colmo, algunos funcionarios aunque no lo crean, se llevan hasta los muebles de oficina y deja sin fondos las cuentas bancarias; sin reservas para el pago de sueldos o para garantizar los aguinaldos; sin patrullas buenas ni vehículos en buen estado para recoger la basura, y más grave aún, con deudas a proveedores que demandarán su liquidación en cuanto se haya consumado el cambio. Vicios y corruptelas compartidas en los relevos de los tres niveles de gobierno ha existido en la historia, y es problema no únicamente de los priístas si no también de los panistas que gobernaron doce años a nivel nacional, así con las gubernaturas y alcaldías que han tenido, PAN, PRI, y el PRD también hace lo mismo a nivel nacional.
El gran problema que tenemos los mexicanos y los colimenses es que los partidos nos han dividido y mucho, durante muchos años, quieren que a fuerzas nos pongamos su camisa roja, amarilla, lila, verde o hasta máscara azul para escucharnos, porque si no, no nos hacen caso, no somos confiables, o eres su aliado o su enemigo, así de simple, pero el problema de fondo es que los partidos construyeron una sociedad desorganizada y dividida sin representantes auténticos de la ciudadanía, carecemos los ciudadanos de verdaderos representantes del pueblo tanto en los ayuntamientos como en los Congresos estatal y federal, los legisladores representan a grupos políticos o a partidos, nunca a los ciudadanos, nosotros los ciudadanos por otra parte como somos negligentes para defender nuestros intereses, nunca participamos para conformar organizaciones civiles fuertes al margen de los partidos, para enfrentar y canalizar la verdadera problemática ciudadana, la apatía de la gente por tal o cual partido o tal o cual candidato, es cada vez mayor, los gobernantes, diputados locales y federales de los diferentes partidos dejaron de representar a la ciudadanía desde hace muchísimos años.
Por ello la tradición de los partidos es que si el alcalde o gobernador entrante pertenece a su grupo y partido, es decir al mismo que el saliente, el peculado, los desvíos de recursos públicos, no se ven, el silencio se impone con el nuevo gobernante, todo está muy bien aunque en lo corto haya reclamaciones, pero si es de otro partido el gobernante saliente es fuertemente criticado y perseguido inmediatamente por el entrante, pero resulta curioso ya hemos visto que no pasa a mayores, el pleito es solo en la prensa, en la radio y en la televisión porque ni regresan dinero alguno ni son encarcelados por estos ilícitos, por ello pareciera que todo es un verdadero jugo político perverso, afectando solo la imagen de los partidos y de la clase política.
Por ello sería bueno que ante el escenario de Colima en esta sucesión estatal tan competida, tan compleja, los tres partidos PRI,PAN y PRD, decidieran cambiar su rumbo total en beneficio de la sociedad, el PRI realmente no ganó la gubernatura solo, está en la lona, el triunfo de Nacho lo hizo con los votos de los partidos aliados tanto del Verde como de Panal, el PAN según los propios panistas fue usurpado por el senador Jorge Luis Preciado y es quien dicta lo que se hace, hasta cambiaron al Secretario General de un plumazo al margen de los estatutos según los marginados y el PRD mejor ni hablar, está peor, por ello y para el bien de la ciudadanía urge un cambio de rumbo de los partidos, para que vuelvan los ojos al pueblo atendiendo la problemática social.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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