LECTURAS

NOE GUERRA PIMENTEL | Opinión | 28/06/2015

LA TRANSICIÓN

“Es la hora de reformar el poder;
es la hora del poder del ciudadano.
Es la hora de la democracia…;
es la hora de hacer de la buena aplicación de la justicia
el gran instrumento para combatir el cacicazgo,
los templos de poder y el abandono de la sociedad.
¡Es la hora de cerrarle el paso al influyentismo, a la corrupción y a la impunidad!”

Luis Donaldo Colosio Murrieta. 6 de marzo de 1994.
Monumento a la Revolución. Ciudad de México.

Ya lo ha declarado el virtual gobernador electo, José Ignacio Peralta: “los resultados en las urnas, en los que el PRI perdió la mayoría en el Congreso lo mismo que las alcaldías, dan la lección de que en Colima la gente quiere un cambio en la forma de hacer política, las urnas manifiestan un grito desesperado de la sociedad de que quiere un cambio, de que quiere una nueva forma de hacer y de ver la política, de que quieren un cambio en la manera en que gobierno y sociedad interactúan, de que quieren honestidad y transparencia, resultados concretos, funcionarios que den respuestas y que no se estén simplemente enriqueciendo con negocios personales”. Lo que sin distingo aplica a todos los que en el futuro aspiran a gobernar.

Es de suponer que desde el momento mismo en el que concluyó la pasada elección y se ratificaron los resultados de las urnas, por una u otra razón se deben estar integrando, como lo mandata la ley, los equipos de trabajo para la entrega-recepción de las dependencias de gobierno, tanto del estatal como de los municipios y, a la par, irse definiendo los perfiles de quienes habrán de atender la encomienda de recibir a nombre de las y los electos los bienes patrimoniales y procesos administrativos pendientes de cada área, individuos que hoy como nunca antes deberán corresponder más que a la simpatía del ungido a la aptitud mostrada, actitudes conocidas, capacidad de trabajo, conocimiento y afinidad con el cargo y, sobre todo, un definido y reconocido compromiso social.

Lo apunto porque esa será precisamente, al margen del discurso de campaña, que suele ser solo eso, la primera señal, ese será el primer síntoma de lo que a las y los ciudadanos nos espera con cada titular en cada nivel de gobierno como ejercicio de poder, no hay equívoco, la historia lo afirma, es indiscutible. De ahí la importancia de que los futuros titulares recién electos sean cuidadosos con quienes los habrán de representar en esta provisional tarea que dados los tiempos resulta crucial, pues no solo se trata de recibir inventarios, cifras y expedientes, fondos o encargos, se trata también de cuidar que todo cuadre, que sea objetivo y que resulte transparente y convincente no solo a ellos, sino a satisfacción de la opinión pública que estará al pendiente y que como ya vemos, así lo exigirá.

Debe entenderse que ya no se trata de llevar camarillas vinculadas entre sí para negociar al amparo del poder, ya no más avorazados plutócratas, ni nepotismos encubiertos, no más compadres interesados, ahijados abusivos, no más inútiles recomendados, ya no a quienes no han sabido entender la función pública como la privilegiada oportunidad para servir y no para servirse. Ahí están las redes sociales, área influyente donde se ha expuesto a las insensibles “ladies”, los caprichos de “primeras damas” y lujos y excentricidades de ostentosos “junior´s”. La sociedad ya no soporta ni permitirá la actuación de los déspotas, soberbios y prepotentes que abusen o han abusado de su posición.

Entidades plurales representativas de la sociedad civil organizada como 100 por Colima y ¿Cómo vamos Colima? las cámaras empresariales y otras como las organizaciones culturales, independientes también, de científicos, académicos, investigadores, intelectuales, historiadores, artistas, periodistas, cronistas, promotores, etc., quienes hasta este momento han venido actuando con una presencia mesurada, en cuanto a que han fijado posiciones, emitido comunicados y en algunos casos establecido compromisos, hasta ahí en el nivel preelectoral, lo que fue acorde, pero que me atrevo a afirmar no será igual si al momento de revelarse los nombres de las y los presuntos estos no corresponden con las expectativas propuestas y los compromisos hechos por los ungidos. Al tiempo.