VAYAMOS POR LA CONGRUENCIA
Bueno, luego de tres meses que corren parece que este arroz ya se coció, el próximo lunes a estas horas las y los colimenses sabremos quienes resultaron favorecidos con nuestro voto, atrás y para la historia quedarán las especulaciones, por delante a esperar lo que sigue y que cómo se ve no será poco partiendo de las consabidas impugnaciones que desde antes ya venía cocinando Acción Nacional, sobre todo por la gubernatura que como lo puedo asegurar perderá en las urnas pero que también aseguro no dejará ir fácil y menos con todo lo que en la víspera prepararon fabricando elementos para artificialmente sustentar su acción con la que pretenderán burlar la decisión de la mayoría colimense.
Como antecedente solo apuntar que en la elección anterior, es decir la del 7 de julio del 2009, cuya contienda principalmente se definió entre Martha Sosa del PAN y Mario Anguiano del PRI, fue éste último el que con 139 mil 183 sufragios se erigió en ganador al lograr el 50.9 % de la votación total contra el 44.5 % que se tradujo de los 121 mil 814 votos que alcanzó su adversaria, 17 mil 369 de diferencia, es decir con poco más de seis puntos porcentuales, contraste que desde hoy preveo será el asiento con el que este domingo 7 de junio Nacho Peralta derrotará a su más cercano adversario. Aproximación que seguramente les ratificaré aquí mismo el próximo lunes 8.
¿De qué parto? De la realidad, los colimenses no somos tontos como para arrojarnos al vacío con un individuo como Jorge Luis Preciado, a quien conocemos y del que perfectamente sabemos qué podría ofrecer ante la eventualidad de que fuera el gobernador, ni la pena vale enlistar aquí su pasado, su trayectoria pública lo acredita y la actualidad lo certifica con una “campaña”, si así se le puede llamar, llevada con traiciones, vaciladas y ocurrencias que van desde mentiras, chantajes, escándalos, golpes bajos, descalificaciones y marrullerías, por lo que no nos deberá sorprender que luego de la jornada electoral se empecine en continuar con esa misma tónica, apegado al dicho aquel de que “En la guerra y en el amor todo se vale”, condición en la que de suyo ha labrado su trayecto público valiéndose de todo para lograr sus fines al costo que sea.
Es seguro que frente a las urnas, en la intimidad de esos segundos o minutos, con la decisión ya tomada, las y los colimenses se verán a futuro para decidir a conciencia y votar por quien con su limpio pasado que ha hecho valer con su presente nos invita a confiar para garantizar las expectativas de desarrollo que anhelamos las y los colimenses, partiendo de su sólida formación, capacidad de trabajo, experiencia pública, honestidad, honradez y profesionalismo, la exacta antítesis de su principal oponente. La gente, los colimenses no debemos ni tenemos porqué dudar, en apego a su pasado inmediato, sobre el carácter de un Ignacio Peralta que en su momento, seguro estoy porque lo conozco, habrá de tomar las decisiones que deba tomar, aunque en lo personal le duelan para favorecer, desde una visión de gobierno, al mejor desarrollo y progreso de Colima.
En mi modesta opinión la llamada alternancia política se da a partir de individuos, de sus personales concepciones, intereses, proyectos y visiones sobre el ejercicio del poder traducido éste desde el servicio público, no necesariamente por el cambio de grupos, siglas o colores y menos, como es el caso, con un Jorge Luis Preciado, quien hasta el cansancio ha demostrado ser un oportunista, un vivales de la política, un aprovechado, un rufián corrupto y trepador social; y sí, como contraparte en quien ha entendido que su trascendencia personal radicará en una forma diferente y hasta opuesta de hacer las cosas, de atender y desempeñar la cosa pública con un ejercicio ejemplar, moderno, comprometido, congruente, transparente y abierto, como lo plantea y estoy seguro lo hará José Ignacio Peralta. La decisión final es de usted, que sea para bien de Colima y de los suyos.
RECADITO. Lugar preferencial: 0 pesos. Corroborar la desinteresada e incondicional amistad de alguien: 0 pesos. Desayuno-buffet: 75 pesos. Confirmar, en el mismo restaurante (Naranjos campestre) la ruindad personal, pequeñez intelectual, pobreza emocional y vileza de un andrógino, extraviado y despreciable sujeto: ¡NO TIENE PRECIO!
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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