JUÁREZ Y COLIMA
Benito Pablo Juárez García arribó a la capital de Colima por el Camino real el 25 de marzo de 1858. Cuenta la tradición que fue bajo la fronda de aquella higuera inmemorial nacida y crecida a la mojonera noreste de Colima, a un costado del arroyo el Manrique donde se refrescó antes de ingresar a la ciudad. Atrás había dejado las fechas capitales de su diario, como la del 17 de diciembre de 1857, cuando preso fue confinado en Palacio Nacional, a la vez que el Presidente Ignacio Comonfort, pronunciaba el Plan de Tacubaya y con ello desconocía la Constitución liberal por él recién jurada.
Fechado en enero de 1858, Juárez anotó en su diario: “El día 11 de enero salí en libertad y el 12, salí de México para la hacienda de Chimalhuacán con don Manuel Ruíz y don Nicolás Suárez Pizarro. El día 13, en la tarde, salí con dirección a la hacienda de San José Acolman, dormí en el campo y el día 14, llegué a la hacienda. El día 15, vine a Cuautitlán a esperar el guayín del correo para irme a Querétaro. A las 2 de la mañana del día 16, llegó el carruaje en que monté y llegué a Querétaro en el mismo día…” Luego de esto Juárez, perseguido salió de Querétaro el 17 rumbo a Guanajuato, a donde llegó a las 9 de la mañana del 19 de enero para establecer ahí, por primera vez, la sede de su gobierno itinerante como Presidente de la República. De Guanajuato tuvo que huir el 13 de febrero para llegar como asilado a Guadalajara el 14, donde con la protección de Anastasio Parrodi, entonces Jefe de la coalición y general en jefe del ejército republicano, permaneció hasta el 20 de marzo.
En Guadalajara, en ausencia de Parrodi, de campaña por Celaya, se cambió de bando un grupo al mando de Antonio Landa, quien hace prisionero al Presidente Benito Juárez, hecho que Juárez narra: “El día 13 (de marzo), se sublevó la guardia de palacio y fui hecho prisionero por orden de Landa, que encabezó el motín. El día 15 salí en libertad.” Pasaje del que Guillermo Prieto apunta: “Estando –Juárez- en Guadalajara el 13 de marzo de 1858 se rebeló en contra un sector del ejército encabezado por el coronel Filomeno Bravo el clérigo Rafael Homobono Tovar y el jefe de la guardia de honor de Juárez aprendiendo al Presidente y sus ministros en el palacio de gobierno”.
“En los momentos en los que se aprestaban a fusilar al Presidente, rápido como el pensamiento tomé al señor Juárez por la solapa y lo puse a mi espalda cubriéndolo con mi cuerpo, abrí mis brazos y ahogando la voz del fuego por tronar en aquel instante grité: ¡Alto señores! ¡Levanten esas armas! ¡Los valientes no asesinan!”. Acción temeraria que al comandante del pelotón, el colimense Filomeno Bravo, le valió un gesto de gratitud del Presidente, una tarjeta con la inscripción: “Reciprocidad en la vida. Benito Juárez.” (Nota que le salvó la vida, pues cual salvoconducto la mostró al pelotón encabezado por el liberal Juan Zuazua en Zacatecas, con lo que frustró su inminente fusilamiento y quedó en libertad. Pasados 3 lustros, ya como republicano fue gobernador de Colima).
CONTINÚA…
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