¿ÁGUILA O SOL? Con la soberbia que caracteriza a los miembros del Otro PRI y su gaceta oficial La jaula de las locas, las cosas con Nacho Peralta Sánchez van muy despacio: si bien el candidato del PRI a gobernador del estado ha mostrado cierta “humildad” para tratar de hacer bien algunas cosas, sus compañeros de viaje hacen todo lo posible por obstaculizarlo, como si su gallo ya despachara desde ahora en Palacio de Gobierno.
La soberbia, la prepotencia y la arrogancia se les da bien a los impresentables porros Fernando El nene Moreno Peña y Arnoldo Tony Soprano Ochoa González, así como a la madame Héctor Tacones lejanos Sánchez de la Madrid: desde ahora ya ven a Nacho Peralta bien sentado en la silla, cuando en términos legales y prácticos el abanderado del tricolor no pasa de ser un candidato más, junto con los otros cuatro que aspiran a lo mismo.
¿La campaña de Nacho Peralta para gobernador del estado será de mero trámite, como lo cantan algunos jilgueros? Falso de toda falsedad: el egresado de la universidad del condado británico de Essex no tiene garantía de nada. El que fuera subsecretario peñanietista lo sabe muy bien, de ahí su interés por allegarse liderazgos reales, no porros ni cancerberos que lo mantienen alejado de los priístas de a pie.
Sin embargo, a la soberbia otropriísta se añaden la patanería y la ojetez más recalcitrante, al entorpecer todo tipo de negociaciones con personajes que a Nacho Peralta lo van a salvar del atolladero en el que se encuentra, al tener plena conciencia que su candidatura fue una imposición verticalista, autoritaria y antidemocrática por parte de individuos de dudosa reputación como Peña Nieto, Luis La galleta de avena Videgaray Caso y el borrachín César El molcajete con celular II Camacho Quiroz.
Bien mirado, Nacho Peralta está solo y su alma: lo apoyan sólo esos tres que lo impusieron, tipos que ni siquiera votan en Colima, al igual que Las damas de compañía y su pasquín La jaula de las locas. La gente, empero, difícilmente va a aceptar tanta canallada tricolor sin chistar; no, al menos, hasta que el enanín Moreno Peña y Tony Soprano Ochoa González decidan los siguientes meses dedicar su tiempo a investigar la vida sexual de la tribu de los yanomami.
La cercanía del par de porros le hacen un daño inmenso al candidato del PRI. Ellos dos jamás lo aceptarán –su soberbia los ciega—, pero es obvio que nadie los quiere, salvo –claro— los incondicionales que se han beneficiado con algunos negocios hechos al amparo del poder. Las nuevas generaciones desconocen el turbio pasado de ese par, pero estamos muchos ya más grandecitos que sabemos de la denigrante forma en la que “ascendieron” políticamente en sus respectivas carreras.
A Tony Soprano Ochoa González lo utilizaba el Grupo Universidad en convincentes labores de “persuasión” con Víctor Bravo Ahúja para que éste abriera la llave del presupuesto de la SEP en beneficio de la casa de estudios que desde entonces mantienen secuestrada los porros. Del capo de tutti capi se recuerda la forma en la que se ganó la diputación federal a los veintitantos, cuando viajaba a la playa en un auto con Porfirio Muñoz Ledo, AOG, Luis Coello Torres y un hijo del desaparecido locutor Arturo Isáis Galván.
Aunque a Nacho Peralta le vayan a dar todo su apoyo los que lo impusieron desde el centro, lo cierto es que deberá poner los pies sobre la tierra, sabedor que será imposible echarse a la bolsa a todos los colimenses; por tanto, lo mejor es que se rodee de gente que lo empuje, no de los que lo van a hundir irremediablemente, como EPN, La galleta de avena y El molcajete con celular II.
Poco le puede aportar, por ejemplo, un Peña Nieto en su más bajo nivel de popularidad, despreciado, rechazado, repudiado, ridiculizado hasta el delirio, cuyas lecturas que marcaron su vida para siempre son, en estricto orden de aparición, El libro vaquero, A calzón amarrado y Lo negro del negro. De Las damas de compañía ni hablar: desde ahora cavan su tumba.
Así, pues, la moneda está en el aire. ¿Águila o sol? O bien, como decimos en Colima, dejando de lado el título de los cuentos de Octavio Paz: ¿águila o sello? A Nacho Peralta, ciertamente, nada la garantiza el triunfo; mucho menos ahora que, como ya se ve, se le comienza a desgranar la mazorca tricolor.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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