LA PETATERA, CUARTA PARTE
Con el propósito de desmentir a ignorantes “Santones” de la farándula que traídos del centro vienen acá a tratar de imponer mentiras históricas a fuerza de repetirlas, me refiero al exmatador Luis Niño de Rivera, con entre paréntesis míos, me permito retomar el fragmento de un amplio reportaje que en su momento, con fotos de mi paisano y amigo Rafael López, hiciera la periodista Verónica González Cárdenas y que se publicara en Ecos de la Costa el domingo 23 de enero de 1998, mismo que me hizo llegar mi amigo José Francisco de la Rosa Ahumada, a quien agradezco sus atenciones; en el que se incluye la versión de José Inés Ramírez Cobián “el Pato” (qepd) respecto a la historia de la construcción de este singular coso taurino y en el que refiere, sin precisar fecha, que el antecedente de la plaza lo encontramos en la primera construcción (una palizada o corral circular) que se levantó en las inmediaciones de lo que es ahora el jardín principal de la entonces Villa de Almoloyan. Lugar de donde años después se trasladó al potrero en el que ahora se ubica la secundaria No. 13.
El mismo Cronista natural de Villa de Álvarez, reconocido por sus amplios conocimientos y seriedad, José Inés Ramírez Cobián, quien además fue Alcalde de Villa de Álvarez (1965-1967) y a quien siempre respeté, respeto y reconozco como gente seria, en el reportaje apuntó, sin aportar nombres ni condición de los alternantes, que “El 31 de octubre de 1873 (siendo gobernador Filomeno Bravo), por el decreto numero 15, el Congreso no autorizó que se realizarán las fiestas en Villa de Álvarez, sino en la capital del estado, organizándose “16 corridas de toros”. Al año siguiente se permitió la realización de las fiestas en Villa de Álvarez, y se organizaron 8 corridas, en 1875 las fiestas volvieron a celebrarse en la capital de Colima, y así se fueron alternando muchos años”.
Y el popular “Pato” afirma que “Cuando se autorizaba la realización de corridas de todos, se exigía que los toros fueran despuntados, para evitar que corneara a toreros y asistentes. En 1927 y 1928, las corridas de toros se realizaron en la Piedra Lisa, pero como era la época de la revolución cristera no vinieron toreros, sólo un banderillero (¿?), que se presentó junto con los hermanos vaqueros Fidel y Urbano Gómez, quienes eran colimotes. En 1929, la plaza (corral) se instaló en un mesón que estaba ubicado frente al templo de la Merced, de 1930 a 1939 las corridas se realizaron en donde se encuentra la escuela Enrique Andrade y en 1940, la plaza se levantó al terminar la calle que ahora se llama Martha Dueñas” (en el Barrio de la Frontera).
Precisando que “Para 1941 (el año del gran terremoto del 15 de abril), el entonces gobernador (Pedro) Torres Ortiz quiso que la organización de los festejos corriera a cargo de una cooperativa, pero como los ganaderos se negaron, negó el permiso para que las corridas de toros se celebraran en Villa de Álvarez, de manera que ese año se efectuaron en el barrio de la Concordia de Colima.
Indicando Ramírez Cobián que “En 1942 y 1943 la plaza de toros, que era entonces de dos pisos y palcos, se construyó en el lugar donde ahora está (estuvo, hasta el año 2000) ubicado el Casino de Villa de Álvarez y a partir de 1944, la construcción sufrió modificaciones y comenzó a construirse (sic) de gradas”.
Al respecto, y aquí hay que poner mucha atención “Ramírez Cobián explica que el cambio en el tipo de construcción de la plaza (Similar a la que hoy conocemos como “La Petatera”) fue idea de Felipe Ahumada S., por aquel entonces Presidente municipal (1939-1940, y Abuelo materno de José Francisco de la Rosa Ahumada), quien vio en un lugar de la república, del cual no recuerda el nombre, una plaza de gradas. Platicó entonces con Severo Urzúa (a) “el Bule”, que era medio carpintero y encargado de levantar la (anterior) plaza y conmigo, y juntos hicimos una maqueta en 1943, misma que hicimos realidad el año siguiente, al construir la primera plaza de gradas, como se aprecia en la actualidad”.
Creo que con esto, dicho por un Villalvarense que por muchos años vivió y difundió la historia reciente de la Villa, J. Inés Ramírez Cobián y no por un torero en retiro, ampliamente se da por desmentida esa especie que insiste en lo que no se puede probar porque no haber elementos y porque la circunstancia histórico-social de la época no lo permitían. Solo rememorar que con la guerra de reforma -1857 a 1860- de Liberales contra Conservadores, lo último en lo que la gente pensaba era en una fiesta y aquí en Colima menos, con una sociedad enconada y la consecutiva muerte de varios gobernantes después del primero de ellos Manuel Álvarez, el 26 de agosto de 1857.
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