EL CANDIDO NACHO Y SU TIO DESALMADO. Como cada seis años, el pasquín conocido como La jaula de las locas gusta pontificar sobre su “independencia” frente al poder estatal, aunque cada sexenio que pasa son menos los incautos que creen sus patrañas. Al menos el sobrino, al que ahora se pretende beneficiario del dedazo presidencial, sería el menos interesado en tragarse los cuentos de hoy de su tío desalmado.
Así, si uno se atuviera a la versión del Monte Everest de la corrupción para escribir la historia local, sería imposible reconocer al mismo personaje en la actualidad, luego de haber sido zarandeado periodísticamente con sumo placer unos años atrás, como es el caso del pirruris de Nachito Peralta Sánchez. La línea orwelliana de cambiar el pasado para que se acomode al presente es el sello de la casa que deja su huella indeleble en Diario de Colima.
Lo que sigue a continuación fue publicado en la columna oficial del acridio de marras, bajo el título de Viajero soberbio, donde el tío desalmado le pega con fe a su cándido sobrino (en el fondo, la palabra candidato viene de la palabra cándido, pues en la antigüedad se les consideraba puros a tales individuos) Nachito Peralta Sánchez, hoy el delfín de esa empresa idiotorial para la búsqueda de la gubernatura del estado en el 2015:
“Al regresar de sus viajes a Estados Unidos y España, el presidente municipal de Colima, José Ignacio Peralta Sánchez, con soberbia insultante afirmó en un desayuno con periodistas con motivo del Día de la Libertad de Expresión que aspira a una sociedad que respete los reglamentos.
“En nota aparecida en el periódico oficial (el Ecos), se da cuenta de la declaración altanera y grosera del alcalde, quien afirmó que él no podría ser candidato de una ciudadanía que no respeta la ley.
“Esa desafortunada intervención de Peralta Sánchez debe analizarse a detalle y desde varios ángulos. En primer lugar, llama la atención que a casi 8 meses de su administración municipal, el presidente capitalino esté pensando ya en ser postulante otra vez, no se sabe a qué ni para cuál elección, pero el ya está visualizándose como abanderado a algún otro cargo, cuando nada ha hecho en la responsabilidad que actualmente tiene, más allá de seguir con su obsesión de viajero frecuente a costa de los recursos públicos.
“Por otro lado, es ofensivo para los colimenses que habiendo sido parte del gobierno estatal más corrupto de la historia de Colima, como secretario de Fomento Económico en la administración del bárbaro de Tecomán, Silverio Cavazos Ceballos, el hoy alcalde nos salga con un discurso de respeto a las leyes y los reglamentos. Olvida Ignacio Peralta que formó parte de un gobierno estatal que pisoteó el Estado de Derecho y saqueó las finanzas públicas.
“Con qué cara y calidad moral exige a sus gobernador ser respetuosos de las leyes y reglamentos si él no predica con el ejemplo; si nada ha hecho para que se aclare el endeudamiento por más de 60 millones de pesos del Ayuntamiento de Colima, cuando en un principio lo negó, para después tener que reconocerlo y presumir que estaría dispuesto a que se hiciera una auditoría para determinar en qué se gastó ese dinero, pero cuando los panistas le hicieron la petición formal, se negó a que se llevara a cabo, argumentando que se gastaría medio millón de pesos para auditar tan sólo la administración interina de José Antonio Orozco Sandoval.
“Peralta Sánchez tomó la vía fácil, seguramente legal, pero inmoral, de escudarse en la revisión de las cuentas públicas que hizo el Órgano Superior de Auditoría y Fiscalización Gubernamental, para no cumplir su compromiso con los colimenses de velar por que el erario sea bien aplicado. En pocas palabras, el edil tuvo que solapar la enorme deuda que le dejó la administración de Anguiano y el interinato de Orozco Sandoval, pues nada hizo para informar a la comunidad por qué se debe tanto y aclarar si los recursos fueron bien aplicados. ¿Qué acaso el alcalde no debe cuidar la Hacienda municipal? ¿El no debe respetar las leyes y nosotros sí?
“Otra muestra de que Ignacio Peralta exige a la ciudadanía lo que él no hace como autoridad es que sigue recibiendo dinero del inconstitucional cobro del Derecho de Alumbrado Público (DAP). Ya varias decenas de empresas y ciudadanos han ganado amparos y no lo pagan, pero el munícipe en lugar de planear y ejecutar acciones que le permitan allegarse de recursos, por la vía legal, para cubrir lo que dejaría de recibir por aquel cobro inconstitucional, se envalentona y amenaza con el cuento de que si no se paga el DAP, la ciudad se va a quedar a oscuras”.
¿Usted, lector, le cree sus cuentos de honestidad, moralidad y buenas costumbres a un sujeto de la calaña de Tacones lejanos Sánchez de la Madrid, que hoy exalta los méritos de alguien al que hace pocos
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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