CONCIERTO POLÍTICO

BIBIANO MORENO MONTES DE OCA | Opinión | 22/11/2014

COLIMA: CONSUMIDORES NOBLES. Una diferencia abismal hay entre el nuevo delegado de la Profeco (Procuraduría Federal del Consumidor) en Colima, Francisco Guel Macías, y su inmediata antecesora en el cargo, María Isabel Espinosa Martínez: inspira confianza. De entrada, asegura que los de nuestra entidad son consumidores nobles, pues cuentan también con proveedores que son nobles.

Durante los días en los que se llevó a cabo El Buen Fin –le tocó al puro llegar a Colima, procedente de Aguascalientes—, en la mayoría de entidades del país hubo muchas demandas de clientes que se sintieron defraudados por las empresas vendedoras, salvo el honroso caso colimense. Hubo, sí, unos cuantos problemas que se resolvieron por la vía de la conciliación. ¿Por qué? Porque al delegado de la Profeco no le interesa tener que sancionar a alguien si lo puede evitar.

Con los anteriores dos párrafos se resumen las intenciones del delegado de la Profeco, quien está decidido a trabajar de manera institucional en nuestra entidad al lado del gobernador del estado, Mario Anguiano Moreno; de los diez presidentes municipales; con las diversas cámaras empresariales que existen en Colima; en fin, con todos los sectores de la sociedad colimense, sin tener que llegar a la abierta confrontación.

Una muy diferente actitud de su predecesora, que no sólo se enzarzó en pleitos estériles con comerciantes de la entidad –como la humilde responsable del puesto en un mercado municipal—, sino hasta con el propio personal que no le era afín en esa dependencia federal, que ya era mayoritario. Podrían aceptarse diferencias de la hoy ex delegada de la Profeco con los comerciantes, pero ya me pareció un exceso el que haya ido en contra de los de casa, quienes acudieron ante la instancia correspondiente por violación de sus derechos humanos.

En buena medida, tal y como varias veces lo señalé en esta columna de culto, los tropiezos de Espinosa Martínez derivaron de su militancia panista en un gobierno federal que ya estaba controlado de nuevo por los priístas. Así, su posición se dio en base a sus simpatías políticas, para lo cual se allegó a algunos militantes del PAN que sobrevivieron al cambio, amparados en el cuento del servicio civil de carrera, que es una vacilada que los panuchos se sacaron de la manga para que no los corrieran.

Tuve la oportunidad de dialogar un buen rato con Guel Macías en su despacho de la delegación de la Profeco, que es austero a morir. No fue una entrevista ni le pedí declaración alguna: simplemente abordamos temas de interés ante la presencia de una de las funcionarias del área jurídica. (Poco antes de mi llegada ya había estado una reportera de TV Azteca, que fue con ese fin). No obstante, era imposible no abordar los temas de interés general que surgieron durante la plática.

Así, pues, sólo agregaré que el funcionario federal ha laborado durante cerca de tres lustros al lado de Lorena Martínez Rodríguez, que es la titular de la Profeco a nivel nacional. La actual procuradora federal del consumidor fue presidenta municipal de la capital de Aguascalientes, ocasión en la que tuvo a su lado a Guel Macías, lo que representa una deferencia para Colima, pues ella envió a nuestra entidad a una persona –su paisano— de todas sus confianzas.

Tiempo habrá para ver cómo se desempeña el nuevo delegado de la Profeco en Colima. De momento, basta con insistir en que es un joven político con intención de no causar problemas en la entidad (pero eso no quiere decir que va a permitir que se cometan abusos contra los consumidores, claro está), máxime ahora que se encuentra en etapa de ebullición político-electoral.