COLIMA, SIN RIESGO. De los nueve estados en los que habrá elección de gobernador el próximo año, sólo Colima y Campeche no le representarán al PRI mayores sobresaltos a la hora de los resultados en las casillas. Claro, siempre y cuando se seleccione en nuestra entidad al abanderado que represente garantía de triunfo, pues si es un beneficiario del dedazo presidencial, entonces que le diga adiós a la posición más importante a disputarse en 2015.
Los recientes estudios realizados por Consulta Mitofsky así lo indican. En el resto de las entidades federativas en disputa no hay certeza en la mayoría de los casos, aunque yo sostengo que los acontecimientos locales que han marcado a sus ciudadanos será el factor decisivo que incline la balanza en uno o en otro lado.
En Michoacán, donde gobierna actualmente el PRI, el tricolor será derrotado por los problemas de inseguridad en los que se encuentra envuelto, a lo que se le añade un componente extra: la presencia del narco apodado La Tuta, que aunque un poco olvidado por los sucesos que tienen puesta la mirada nacional en el incendiado estado de Guerrero, no tarda en filtrar los nuevos videos en los que se codea con lo más granado de la sociedad michoacana.
Por lo que toca al estado de Guerrero, en manos del PRD, perderán la elección de gobernador del estado los perredistas, quienes ya demostraron ser tanto o más corruptos, ambiciosos y desalmados que los priístas y los panistas, mientras ellos siempre se habían colocado aparte: entre la honestidad valiente y el mesianismo iluminado, que ahora se trasladó a Morena.
En el estado de Sonora, bajo el control del PAN, los pleitos del gobernador Elías Padrés contra un importante sector de la población sonorense no pronostican nada bueno para los panuchos: la elección será ganada por un partido diferente. Paradójicamente, los panistas de la entidad norteña se hicieron del poder merced a una desgracia que tuvo resonancia nacional: la de los niños que murieron quemados en la guardería ABC.
En el resto de los estados que entran en la puja del 2015, como lo son los de Baja California Sur, Querétaro, Nuevo León y San Luis Potosí, el primero en poder del PAN y el resto en manos del PRI, respectivamente, la pelea se anuncia cerrada. Nada fuera de lo común: es posible que los triunfos sean refrendados por los partidos que actualmente tienen el poder.
Así, pues, Campeche y Colima se vislumbran sin mayores problemas, pero insisto en algo: siempre y cuando en esta entidad el candidato sea el mejor posicionado de los diez que fueron enlistados en su oportunidad por el jefe político del estado, el gobernador Mario Anguiano Moreno.
Veamos: un buen candidato sacrificado, en aras de privilegiar el dedazo, lo único que hará es darle la oportunidad a la sociedad civil que no cuenta con un verdadero guía. En estos momentos el único que lanza sus luces es el membrete ciudadano Cien por Colima, que carece de abanderados genuinamente salidos de la sociedad, pero que anda a la caza de lo que caiga. Al final, si el PRI se equivoca, algún comité ciudadanizado podría hacer el milagro de llevar a Palacio de Gobierno a uno que no tenga nada que ver con el títere que sea impuesto desde Los Pinos.
El lanzamiento de Locho Morán Sánchez al ruedo, en su faceta de ciudadano, no pasa de ser una simple ocurrencia del político para satisfacer unas ambiciones meramente personales, cuando los dueños del PAN no le arrojaron algún hueso para roer. El ex panista no es ningún líder al que van a seguir miles ciegamente. La llegada de un verdadero liderazgo lo desplazaría de inmediato, máxime que directivos de membretes como Cien por Colima es de lo que piden su limosna, que –obvio— con Locho Morán no van a obtener.
No despierten al México bronco en Colima.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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