CENA DE NEGROS. El municipio de Tecomán está fuera de control, pues el alcalde del lugar, Héctor Tito Vázquez Montes, resultó una nulidad total. Así, su legado en el 2015 podría ser heredarle el cargo a la oposición –al PAN, preferentemente—, pues entre los actuales precandidatos hay lo que se da en llamar una cena de negros, es decir, desde hace rato se andan tragando entre ellos mismos.
Los dos candidatos naturales al cargo son los diputados por sendos distritos electorales en los que está dividido el municipio de Tecomán. Sin embargo, cada uno de ellos trabaja para su causa con su propio grupo, sin importarles lo demás, lo que en los hechos podría causar una división política que lo único que provocaría es allanarle el camino a un abanderado que surja de las filas del PAN o hasta del PRD, continuando con la tradición de la alternancia.
El panorama se complica enormemente porque supuestamente el más aventajado precandidato a la alcaldía tecomense es el diputado Arturo García Arias, que se las vería con el empresario Flavio Castillo Palomino, al que hace seis años se le atravesó el calvito, hoy de nuevo tribuno local. Así, tras de su labor de sabotaje en la elección del 2009, el pelón García Arias resultó el principal causante de la derrota del propietario del supermercado El Fénix.
Ahora, vueltas que da la vida, el pelacuas García Arias se pone de pechito para que la gente a la que traicionó para que perdiera su propio partido en 2009, le aplique la misma medicina seis años después, si es que en verdad resulta ser el abanderado del PRI a presidente municipal de Tecomán. De ser así, Flavio Castillo se le cruzará en el camino al saboteador diputado tecomense, al igual que su colega en el Congreso local, Noé Pinto de los Santos, que también busca la anhelada posición.
El patricio local Pinto de los Santos podría ser la menos peor de las opciones en Tecomán, pero se enfrentaría al mismo problema que sufrió en carne propia Flavio Castillo en su momento: el sabotaje de García Arias; más molesto ahora, claro está, por ser la segunda vez que se le iría de las manos una posición que cree que se la deben desde el 2009. O sea: para todos los efectos prácticos, la posición tricolor en Tecomán se tambalea peligrosamente.
A lo anterior se debe agregar el papelón que ha jugado en Tecomán Tito Vázquez. Hay quienes aseguran que la mayoría de los problemas actuales son herencia de los que lo precedieron en el cargo; sin embargo, lejos de haberlos medio subsanado en estos dos años que lleva al frente de la administración municipal, hizo que crecieran. Así, los propios trabajadores sindicalizados, han amenazado a voz de cuello con castigar a los candidatos priístas con su voto en los comicios del próximo año, si no les pagan las millonarias sumas que se les deben.
Por supuesto, en todo este asunto no hay mayor responsable que Tito Vázquez. El tipo creyó que por el puro apellido las cosas se iban a solucionar en Tecomán como por arte de magia. Pero su ineptitud es tal que hasta los regidores de su propio partido son sus principales enemigos en el cabildo, desbancando de su natural papel de oposición a los panistas y perredistas. De hecho, ya en una ocasión los llamaron al orden a todos, en virtud de que al alcalde tecomense le crecieron los enanos.
De manera, pues, que en Tecomán existe el riesgo de que se pierda la plaza que actualmente es tricolor. La cena de negros en la que participan los precandidatos a los diferentes cargos de elección popular –ahora resulta que hasta doña Perla Vázquez quiere ser candidata a diputada local— no augura un buen fin para el PRI. El sabotaje, las traiciones y demás artimañas están a la orden del día en el municipio que alguna vez fue semillero de votos priístas.
Y todo se lo deben abonar, en buena medida, a Tito Vázquez, que ha tenido el cinismo de amenazar con negociar con el cachetón y mañoso Virgilio Mendoza Amezcua. Y, bueno, ¿negociar qué?
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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