*Es la fiesta popular más antigua del estado, pues data de los primeros años de la colonización española en la Villa de San Sebastián de la provincia de Colima
Costumbres, fiesta y tradiciones, engloba la añeja Feria de Todos los Santos de Colima, el máximo festejo popular más antigua del estado, pues data de los primeros años de la colonización española en la Villa de San Sebastián de la provincia de Colima.
En la antigua Villa de San Sebastián debió haber sido este día una fecha muy importante dentro de la liturgia de la religión cristiana y posiblemente la celebración de esta función en la parroquia de Colima. Con este motivo, dio origen a una festividad profana organizada por el pueblo, en forma espontánea, frente a la iglesia principal.
La Feria de Todos Santos, profundamente arraigada en la vida colimense, adquiere una fisonomía peculiar, como resultado de la superposición de una celebración ritual con un evento comercial.
A lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII, la feria llegó a convertirse en un espectáculo espontáneo frente a la iglesia parroquial, a la que llegaba la gente de una extensa región de Colima y de pueblos circunvecinos a comprar herrajes para la labranza, a disfrutar los exquisitos platillos de la antigua cocina colonial y a deleitarse con la música alegre y movida de los primitivos sones y fandangos costeños.
De los ranchos y haciendas llegaba la gente a comprar herrajes para la labranza, sillas de montar y de carga, angeos, machetes, chaparreras, sogas y lechuguillas; y las mujeres a surtirse de alhajas de oro: hilos, dormilonas, bejucos y anillos, en las que nuestros orfebres eran verdaderos maestros.
Indudablemente el día de Todos Santos fue convirtiéndose en una fiesta popular, en la que se desarrollaba un activo comercio, además de la pintoresca verbena que tenía lugar frente a la Parroquia, en el área de la Plaza Mayor, centro vital de Colima de todos los tiempos. Con los años la “Feria de Todos Santos” creció y la Plaza Mayor llegó a ser insuficiente para alojarla. Fue entonces cuando en 1906 el gobernador Enrique O. de la Madrid, dispuso su traslado del jardín de la Libertad – que ya tenía este nombre- a la Alameda o Plaza Nueva (hoy jardín Núñez), donde permaneció 52 años, que fue la época más hermosa de la feria colimense.
La Feria de Todos Santos, alcanzó en el Jardín Núñez una gran fama por todos los contornos, pues venían a caballo familias enteras desde los más lejanos pueblos de Michoacán y de Jalisco a las tapadas de gallos, corridas de toros, a gozar de las golosinas y platillos colimotes, así como a disfrutar de los atractivos que ofrecían los numerosos puestos, juegos de azar, mesas de dados, ruletas, baratillos, etc.
Al jardín Núñez llegaron los primeros juegos mecánicos: un volantín de caballitos que se impulsaba con la fuerza humana; después otros más perfeccionados con motores de gasolina, instalados frente a la casa de don Blas Ruiz (actual Palacio Federal) en los que se cobraba un centavo por volado.
En 1934 la administración gubernamental de José Campero, gobernador interino de Colima, convirtió por decreto la antigua "Feria de Todos Santos", en "Feria Regional, Agrícola, Ganadera, Comercial e Industrial del Estado de Colima". El crecimiento inusitado de esta gran fiesta colimense, determinó su reglamentación en 1937.
La feria regional, como comúnmente se le ha llamado ahora, continuó realizándose en el Jardín Núñez, solo con las innovaciones impuestas por las diversas exposiciones de la producción agropecuaria, industrial y comercial de la entidad.
En 1958 se decide el cambio de la Feria a las instalaciones de la Unidad Deportiva “Ignacio Zaragoza”, en donde se dispone además de un extenso terreno frente a la XX Zona Militar.
CONTINÚA…
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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