LECTURAS

NOE GUERRA PIMENTEL | Cultura | 31/08/2014

LA SUCESIÓN DEL PODER

A la memoria de Carlos de la Madrid virgen

Textos como La Herencia de Jorge G. Castañeda, La Sucesión Presidencial de Daniel Cosío Villegas o más recientemente, los ensayos de Jorge Carpizo McGregor sobre el tema, entre otros, precisan la pertinencia y casi obligación histórica de rescatar y preservar la memoria o por lo menos el dicho y punto de vista de quienes han ostentado el poder, llámese presidentes de la república, gobernadores y excepcionalmente hasta algunos alcaldes y las circunstancias de sus principales decisiones, como la sucesoria, al fin que las mismas se quiera o no, indiscutiblemente influyen en el rumbo de los gobernados y porque en su condición de individuos públicos se obligan legal y moralmente a rendir cuentas al pueblo, a una sociedad que los puso ahí para que la sirvieran.

En esa posición y sin el ánimo de evidenciar, sino solo de salvar y conocer lo que se podría perder y con esto la valiosa experiencia que dichos actores políticos nos compartirían, es que con el propósito de publicarlo en 2016, hará dos meses me di a la tarea de contactar a los sobrevivientes protagonistas colimenses del poder estatal, solo los de elección, fue así como por interpósita persona procuré a Mario Anguiano Moreno, el actual gobernador de quien hasta la fecha no he tenido respuesta, igual lo hice en el caso de Fernando Moreno Peña y lo mismo ha ocurrido, con Elías Zamora Verduzco hablé por teléfono y aunque al principio lo sentí esquivo y renuente al final aceptó, emplazándonos para la primera entrevista en fecha por definir, lo que no ha sucedido.

Con Carlos de la Madrid Virgen también hablé por teléfono, lo localicé en su casa, como siempre caballeroso me atendió la llamada, intercambiamos cortesías, me habló de su enfermedad, de su buen estado de salud (dentro de lo que cabía), de lo que estaba haciendo y disfrutaba hacer: escuchar música, leer y compartirse más con la familia y, bueno, luego de atender las generalidades de mi proyecto, que celebró para de inmediato aceptar reunirnos y entre los dos esbozar la guía, nos programamos para vernos luego de su regreso de Guadalajara lo que lamentablemente ya no ocurrió; el martes 26 de agosto a temprana hora y muy a mi pesar recibí la mala nueva de que se nos había adelantado este hombre congruente, este gobernante honrado y honesto que sirvió y amó a Colima.

Al licenciado De la Madrid le tenía especial estima y gratitud, con él como uno de los dos precandidatos priistas en la contienda de 1991 fue con quien ingresé (aunque lo conocía y lo había tratado desde antes) de lleno a la vida pública desde la secretaría general del PRI, siendo su titular Salvador Virgen Orozco, quien me invitó a colaborar haciendo un modesto aunque cotidiano “análisis de prensa para el licenciado”, espacio y ejercicio que me permitió conocer a varias personalidades políticas de aquel entonces y con ellas ir conociendo y entendiendo los entretelones de la política partidista. Lo que vino después ya es conocido, escenario que con pasmosa vigencia parece reproducirse.

En otra ocasión, él como Presidente de la Comisión estatal de revisión y actualización de los Documentos Básicos del PRI “rumbo a la XIX Asamblea nacional ordinaria”, desde finales del 2004 y principios del 2005, hará una década, anduvimos por todo el estado pero particularmente coincidimos en Manzanillo y Minatitlán haciendo trabajo de difusión por parte de la ¿extinta? filial tricolor, Fundación Colosio, A.C., ocasiones que (durante los trayectos) por supuesto aproveché para platicar y de su propia voz grave conocer aspectos de su vida, de sus ancestros, de Colima y su gente, de su forzado ingreso a la política primero como Secretario General de Gobierno con Griselda Álvarez quien prácticamente lo había obligado a incorporarse, luego Diputado local, más tarde Alcalde y finalmente como Gobernador surgido de un proceso histórico.

En aquellas ocasiones, franco, concreto y claro como era, en exclusiva me compartió varias de las vicisitudes que tuvo que enfrentar en cada cargo, desde sus preocupaciones y satisfacciones hasta su visión y bemoles del ejercicio del poder en una entidad tan peculiar como la nuestra. Revelaciones estas con las que me quedo y que, de darse la posibilidad, en su memoria habré de compartir con el ánimo de entendamos un poco más las circunstancias por las que como entidad federativa hemos venido atravesando. Descanse en paz.