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2 DE DELEGADOS 2. Como en los toros, provenientes de la acreditada ganadería de Los Pinos, hoy toco aquí dos apasionantes temas que corresponden a sendas delegaciones federales en Colima. A continuación, las dos tiernas historias:
1.Enviado a esa delegación no como un premio, sino para deshacerse de él desde la esfera estatal, el delegado ha hecho lo que mejor sabe: negocios y traicionar a todo el que puede, pues al fin de cuentas ni siquiera reconoce partido alguno. Para ese delegado, lo mismo da jugársela con el PAN que con el PRI, aunque se supone que cobra en una administración federal que recuperó el tricolor después de dos sexenios blanquiazules.
Este funcionario federal se la da de “ideólogo”, de ahí que sea el sensei lo mismo de precandidatos del PRI que del PAN. Es más, el tipo es tan traicionero que le arrebató recursos a un importante municipio priísta para retacárselos a uno que es panista. Esto podría entenderse –mas no justificarse— si el PAN estuviera en el poder; sin embargo, resulta que desde el 2012 ese partido fue echado a patadas del poder, lo que parece tenerle sin cuidado a nuestro delegado.
Así, pues, además de “moldear” a sus gallos panistas, el delegado de marras anda muy ocupado en echarle una manita a su precandidato del PRI a la gubernatura del estado, el pirruris subsecretario de Telecomunicaciones, José Ignacio Nachito Peralta, que no repunta en las encuestas ni por decreto presidencial, pues no pasa del cuarto lugar de las preferencias.
Por lo tanto, la encuestadora que el delegado federal maneja a trasmano ya prepara una encuesta a modo, obviamente a favor del yuppie de Nachito Peralta. Debe advertirse, empero, que esa empresa es la misma que en el pasado ha pronosticado “carro completo” para los candidatos que las mandaron levantar, por lo que el desprestigio que arrastra es más inmenso que el Volcán de Colima. Y atrás, por supuesto, está nuestro delegado.
El delegado federal es corrupto, es traidor, es más chueco que las curvas de La Salada y presume ser el “ideólogo” de la mayoría de los políticos exitosos que hay actualmente en Colima; en suma, es lo más acabado del político sinvergüenza que se niega a morir. Al final, aunque le fallen sus gallos panistas y tricolores en el 2015, las cuentas bancarias y sus propiedades lo harán sentirse mejor.
2. Al otro delegado hay que compadecerlo del mal momento por el que atraviesa en estos momentos. No es que haya perdido a algún familiar –ojalá todos sus cercanos se encuentren bien—, pero al hablantín delegado de la Secretaría de Gobernación en Colima, Víctor Manuel Gandarilla Carrasco, no queda sino darle nuestro más sincero pésame por la nueva adquisición que le acaban de enviar a su dependencia.
Como ya es del conocimiento, a la delegación de la SEGOB en Colima aterrizó la “periodista” Norma Gutiérrez Flores, cuya encomienda será la de tener tratos con los medios de comunicación locales, que obviamente serán a punta de chingadazos, de mentadas de madre y de demandas penales por quítame estas pajas, la especialidad de la casa a la que pertenece.
Lo más irónico hubiera sido que la “periodista” Gutiérrez Flores le encomendaran los asuntos de derechos humanos en su calidad de subdelegada de la SEGOB, pues como coordinadora de comunicación social del fernandato agravió, amenazó, maltrató, insultó y humilló a una treintena de periodistas, cuya culminación tuvo lugar con la demanda penal contra mi hijo Luis Fernando y el autor de esta columna de culto, al ser incapaz de dirimir sus diferencias en el periodicucho en el que escribe su mediocre columna.
Uno ya no sabe si ponerse a reír, a llorar o a rezar cuando vemos lo que hace el PRI en su regreso al poder. ¿Para eso votó la gente por ese partido: para que le dieran chamba a esa gentuza que, como Gutiérrez Flores, son capaces de las peores bajezas con tal de satisfacer sus bastardas ambiciones? ¿No había otro periodista, así fuera el más pinchurriento, que al menos no tuviera en su negro expediente el haber tratado de encarcelar a dos colegas? Ganas de meternos al bote no le faltó a la miserable mujer.
En fin, a ver cuánto tiempo le dura el gusto a la “periodista” Gutiérrez Flores en la subdelegación de la SEGOB. Y, de nuevo, mi pésame para el delegado Gandarilla Carrasco, él si un hombre de buena fe que no sabe el alacrán que le echaron en la espalda por recomendaciones del capo de tutti capi Fernando El nene Moreno Peña; o lo que es lo mismo, de Nachito Peralta.
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