CONCIERTO POLÍTICO

BIBIANO MORENO MONTES DE OCA | Opinión | 12/08/2014

NI SE CAE NI LO BAJAN. Algo tienen en común Enrique Peña Nieto y Federico Rangel Lozano: los dos comenzaron con una enorme aceptación en su calidad de precandidatos. El primero siempre estuvo por encima de sus competidores en la interna; después, frente a sus dos principales opositores, del PRD y del PAN. Como quiera que sea, al ex gobernador del Estado de México nunca lo pudieron bajar, por más que lo intentaron.

Lo mismo sucede con el alcalde Federico Rangel: lo descalifican con evidente intención de hacerlo caer estrepitosamente del lugar de preferencia en el que se encuentra, en un vano intento de hacer crecer al precandidato José Ignacio Nachito Peralta Sánchez, subsecretario de Telecomunicaciones de la SCT, cuya principal carta es la apuesta al dedazo presidencial.

A Peña Nieto lo quisieron bajar de la nube en la que andaba desde el principio, pues era el mejor posicionado al interior del PRI, pero también fuera de su partido. Por inercia esperaron que se cayera, pero eso nunca sucedió. También lo quisieron bajar con golpes mediáticos de todos calibres, pero tampoco lograron nada sus contrincantes, tanto de adentro como de afuera.

El final es bien conocido: incluso en los momentos más álgidos de la campaña, con el surgimiento del manipulado movimiento estudiantil Yosoy132, Peña Nieto ni se cayó ni lo bajaron. Simplemente, no pudieron. Así, aunque el eterno perdedor del Santo Niño de Macuspana volvió a repetir su numerito ya bien ensayado en el 2006, no pudo echar abajo la elección presidencial.

A Federico Rangel, con una aceptación enorme entre los colimenses, lo quieren hacer caer los que apoyan la precandidatura del yuppie de Nachito Peralta. No lo van a lograr los promotores y paleros del funcionario federal: al que resultó ser un pésimo administrador –datos por cortesía de la revista especializada ar— del Ayuntamiento de Colima en el periodo 2010-2012 sólo podría salvarlo un milagro llamado dedazo presidencial.

Los promotores y paleros del yuppie funcionario de la SCT le apuestan al dedazo presidencial por razones obvias: no le alcanza la “popularidad” a Nachito Peralta para ser aceptado por los colimenses como su candidato a gobernador del estado. Así, al no poder hacer caer ni hacer bajar al presidente municipal de Colima, la apuesta unánime de los seguidores del sobrino del jefe del clan de La jaula de las locas es el dedazo presidencial.

Resulta sintomático que al coro de plañideras de la página idiotorial de La jaula de las locas que piden el regreso del verticalista, antidemocrático y obsoleto dedazo presidencial, se hayan unido el panista Quique Michel Ruiz y el perredista regidor Nico Contreras Cortés, dejando bien en claro que están más que alineados con la precandidatura del yuppie de Nachito Peralta, cuando ni priístas son ese par de aretes.

Así, la democracia está muy bien cuando los favorece directamente a ellos; pero no cuando el beneficiario es otro. Es el típico: hágase la voluntad de dios, pero en los bueyes de mi compadre. ¿Son demócratas el vago Quique Michel y el regidor Nico Contreras? Claro que no: son payasos contratados por los promotores del subsecretario de la SCT para hacer reír a las galerías.

El edil capitalino sigue al frente como el precandidato del PRI más rentable. De acuerdo con recientes resultados del Opinómetro, trabajo demoscópico que realiza el portal digital IPUNTOCOM, Federico Rangel supera por más del doble en las preferencias a su contrincante Nachito Peralta, quien no ha crecido ni va a crecer de aquí a unos meses más.

El Opinómetro levantó la encuesta del 4 al 8 del presente mes de agosto en los municipios de Colima, Villa de Álvarez y Comala. Para el efecto, sólo se dejó a la dupla integrada por el alcalde de la capital del estado y el subsecretario de la SCT. Los porcentajes obtenidos, de una encuesta realizada entre 200 personas, son los que siguen: 39.5 por ciento a favor de Federico Rangel y 17.5 por ciento a favor de Nachito Peralta.

Por lo pronto, no se cae Federico Rangel; tampoco lo han podido bajar, aunque lo han intentado por todos los medios. Ni más ni menos que igual a lo que pasó con Peña Nieto.