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LA REVANCHA. Uno de los peores errores que cometen los que andan metidos en la política es el de abrigar en su interior tanto rencor que, al llegar a sentirse con mucho poder, sean capaces de llevar a cabo venganzas personales contra los que consideren enemigos irreconciliables. Así, todo indica que lo ocurrido en el pasado no dejó ninguna lección a los que tropiezan con la misma piedra.
En 1991 ocurrió el primer episodio que amenaza con repetirse en el 2015: la revancha desde el poder contra los que se interpusieron localmente a la imposición centralista de la entonces diputada federal Socorro Díaz Palacios, a la sazón precandidata del PRI a la gubernatura del estado, finalmente derrotada por Carlos de la Madrid Virgen.
La mujer tenía a algunos muy cercanos colaboradores que cometieron la imprudencia de revelar sus intenciones de llegar al poder junto con Díaz Palacios: ajustar cuentas contra los principales actores que se oponían al proyecto de la oriunda de Pueblo Juárez. En resumidas cuentas, se trataba de un revanchismo que generalmente causa un efecto contrario al deseado, pues no hay nada peor que un vengativo que pretende ejercer su poder para lastimar a otros de manera injustificada.
Uno de los destinatarios de la amenaza de revancha era el en ese tiempo rector de la Universidad de Colima, Fernando El nene Moreno Peña, entusiasta promotor –bajo el agua— de la candidatura de Carlos de la Madrid. En fin, la historia es bien conocida: perdió Socorro Díaz, por lo que sus seguidores cercanísimos son los que tuvieron que irse a echar pulgas a otro lado, en virtud de que el revanchismo del que hacían gala había quedado neutralizado.
Vueltas de la vida: ahora es José Ignacio Nachito Peralta Sánchez, subsecretario de Telecomunicaciones de la SCT, apadrinado por El nene y La jaula de las locas, el que ha lanzado la amenaza contra sus enemigos políticos, una vez logrado su sueño de resultar beneficiario del dedazo presidencial como candidato del PRI a la gubernatura del estado.
La revancha del yuppie de Nachito Peralta va contra tres personajes a los que responsabiliza de haberle sido arrebatada de las manos su curul en el Senado de la República: Mario, Martín y El tamacuas. Así nada más: sólo con sus nombres y un apodo que a los priístas de Colima les resulta inconfundible.
La argumentación del vengativo Nachito Peralta es muy reveladora de su carácter aparentemente jovial, bonachón y buena onda, pero en el fondo belicoso y perverso: “¡Me la deben!” ¿Qué le deben Mario, Martín y El tamacuas al yuppie funcionario federal? Está claro: la senaduría, porque no hay duda que el hoy subsecretario de la SCT ya se sentía en ese momento con medio cuerpo dentro de Palacio de Gobierno, por lo que sólo era cuestión de esperar.
En su calidad de funcionario del gobierno federal, si bien cercano –según él— a Peña Nieto, no está en las mismas condiciones que si hubiera sido senador de la República, posición desde la cual Nachito Peralta hubiera tenido mayores posibilidades de éxito en sus exigencias: el apoyo incondicional a las reformas presidenciales a cambio de la gubernatura de Colima en el 2015. Así, haberlo tumbado del caballo en el que iba montado ahora traerá consecuencias para los responsables.
Por ello, admitida su desventaja de simple empleado de EPN, la revancha de NachitoPeralta se cierne ominosa sobre los tres personajes antes citados. ¿Por qué? ¡Porque se la deben! Claro, lo que es no conocer la máxima marxista de que la historia se repite siempre dos veces: la primera vez como tragedia, la segunda como comedia. Así, el único que bailará con la más fea será el yuppie funcionario federal por su carácter pendenciero.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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