MUCHOS SON LOS LLAMADOS…
En trascendidos de la muy anunciada reunión de aspirantes con el Gobernador, aspecto inédito en la historia política local, nos enteramos que fueron convocados solo diez de los muchos más que según su corazoncito se creían merecedores. De entrada, aunque políticamente se dijo lo contrario, esos, los que no fueron llamados ya quedan fuera, ya no hay boleto y si insisten que se atengan a las consecuencias, lo que desde mi óptica es bueno para evitar innecesarios desgastes internos, los que sería ingenuo pensar que por esto no se darán, pero sí que serán menos, pues desde el sábado ya están expuestos, a la vista y bajo la lente de la sociedad.
Ahora bien después de La Herencia (Castañeda, Jorge G. Alfaguara 1999) se confirma que a la recta final solo llegan dos con posibilidades reales, así lo reconoció ahí Díaz Ordáz, lo ratifica Echeverría, lo reconoció López Portillo igual que De la Madrid y, al final, lo confirma Salinas ¡Claro! desde la perspectiva del “partido único” y cuando las otras siglas eran solo membretes, realidad no distante de lo que aún se vive en Colima; de tal manera que así como pueden ser muchos, muchos los que aspiran, diez o más como es el caso, también es irrebatible que de todos ellos solo resultan tres o cuatro con cartel y fuerza suficientes para alcanzar la meta a la que solo llegará el rival más fuerte. Usted ponga nombres.
Plausible el ejercicio propuesto por el gobernante colimense, repito: primera vez que ello ocurre por lo menos en estos términos en Colima, ya que si bien su antecesor lo propició, debemos reconocer que lo hizo como recurso político dadas las circunstancias imperantes y en la que al final prevaleció la fuerza local sobre la del centro representado por el CEN priista, misma actuación que no fue del todo pública, salvo la pasarela de autopresentaciones que se hizo en la sede estatal tricolor y que como se vio, no fue ni remotamente definitoria de la candidatura con la que el actual gobernante resultó favorecido. Bien por él, porque entiende los tiempos, se adelanta a la posible guerra sucia y asume plena su propia sucesión.
Lo anterior, sin menoscabo de lo que ahí mismo declaró el propio Gobernador: “De los aspirantes se seleccionará a quien acredite las mayores posibilidades de triunfo en el proceso electoral, hay diez personas que el partido considera gente valiosa que puede ser él o la candidata a la gubernatura y que el CDE (PRI estatal) realiza un trabajo a conciencia de quiénes son los aspirantes que tienen mayores posibilidades de competir rumbo a la gubernatura y que hasta el momento se han manifestado y (que) sin duda habrá otros que lo harán más adelante, por lo que el partido tiene la capacidad de incorporarlos a todos, compromiso al que me sumo, es que haya un trato de cuidado, de respeto y de inclusión hacia cada uno, para que una vez que se defina quién pueda ser el candidato, el resto se sume y apoye”. Sano que no haya dados cargados y, principalmente que en los hechos no se favorezca a nadie. Esperemos.
Es deseable que todos asuman y, sobre todo, respeten lo expuesto por “el priista con mayor responsabilidad en el Estado”, en el sentido de establecer las bases (de buen entendimiento y reglas claras y equitativas) “y que quienes ocupan algún cargo o realizan alguna tarea, den su mayor esfuerzo y los mejores resultados a favor de la población, para que los reconozca y valore por su trabajo y que no debe haber ventaja para ninguno, por lo que el partido junto con ellos determinará los procesos para ir seleccionando a aquellos que tienen más posibilidades”. Lo mismo que en otros términos, reprodujo el dirigente formal del PRI en el estado, al señalar que “Una vez definida la candidatura, el PRI trabajará para llevar al candidato o la candidata al triunfo, no antes, porque entonces sería un trabajo parcial e inequitativo del partido hacia un aspirante”.
Con estas intenciones, sin duda buenas, de alguna manera se allana parte del sinuoso camino que desde hoy, en lo que se entiende como el banderazo de arranque, habrán de recorrer saltando vallas, evitando charcos y zancadillas, caminando sobre vidrios y la cuerda floja, entre otros obstáculos, quienes tienen posibilidades objetivas, o sea no todos los convocados (seamos honestos, ahí por lo menos hubo seis que no) y en la que como principal patente llevarán su propia historia de vida, trayectoria política, aval moral, carisma y congruencia, a la par de las fortalezas externas, tales como: arraigo local, identidad partidista, aceptación social y resultados en beneficio de la gente.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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