CONCIERTO POLÍTICO

BIBIANO MORENO MONTES DE OCA | Opinión | 07/06/2014

EN EL ARRANCADERO. La semana que acaba de terminar estuvo pletórica de acontecimientos en los que los políticos involucrados tenían la vista fija en julio del 2015, fecha en la que se elige gobernador del estado, además de los 10 alcaldes, dos diputados federales y los 17 diputados locales. Por obvias razones, el tema que más interés despierta es el de la gubernatura. Aquí van algunos comentarios sobre el recurrente tema.

1.De manera verticalista, centralista y personalista, como buen aprendiz de dictador de república bananera, el Santo Niño de Macuspana vino a Colima a anunciar a los cuatro vientos que el general Juan Gallardo Rodríguez será el candidato de la Morena a la gubernatura del estado. Así, sin mediar una asamblea, una convención, un foro o cualquier otro mecanismo democrático de selección, el militar resultó beneficiario delgran dedo.

Es decir, el dedazo presidencial de los tiempos del viejo PRI es nada menos que la vía nada democrática mediante el cual se elige a los candidatos en la Morena. Nada de sesiones o de consultas para seleccionar al mejor abanderado a gobernador, sino que todo se reduce a ser el ungido por el dedo elector: el del Santo Niño de Macuspana, que ya hizo su primer milagro en Colima.

Para ser alguien que se abroga la exclusividad de ser el más demócrata del país entero, el dedazo de Andrés Manuel López Obrador a favor del general Gallardo Rodríguez no demuestra precisamente un espíritu democrático al interior de la Morena. Ciertamente, el militar sólo será un candidato testimonial, pues no posee alguna virtud que convenza al pueblo que la suya es la mejor oferta.

Como quiera que sea, el general Gallardo Rodríguez ya es, mediante el dedazo del Santo Niño de Macuspana, el primer candidato apuntado a la gubernatura, a disputarse en el 2015. ¡Aaaaaarrrrrraaaaannnnnncan!

2. Este jueves 5 de junio arribó a la sede del CDE del PRI un personaje peculiar, con posibilidades reales de ser candidato de su partido al gobierno del estado. El hecho de que se presentara a las instalaciones del partido no tendría nada de relevante, de no ser por un pequeño detalle: el político que fue a los dominios de Francisco El tamacuas Ánzar es nada menos que ¡el cachetón Virgilio Mendoza Amezcua, presidente municipal de Manzanillo!

Lo curioso del asunto es que el alcalde porteño, de extracción panista, fue recibido por El tamacuas Ánzar con toda la pompa y circunstancia que se acostumbra en estos casos con los personajes distinguidos de casa, si bien el del cachetón Virgilio Mendoza sería en calidad de ex militante tricolor. Después de un rato de animada charla, los dos políticos abordaron la camioneta del priísta y se fueron “con rumbo desconocido”, como diría un reportero de policiacas.

Las especulaciones no se hicieron esperar en tiempos de una natural curiosidad política: ¿a qué fue el cachetón Virgilio Mendoza a la sede del CDE del PRI? ¿Fue a pactar algo? ¿Fue a condicionar su participación en el PAN a cambio del sacrificio de alguno de los aspirantes priístas? No se debe olvidar que el panista comentó en corto que no buscaría la candidatura en el PAN si en el PRI se postula a José IgnacioNachito Peralta Sánchez, evidenciando que el interés económico de esos individuos va más allá de siglas e ideologías.

3. El encargado del despacho en la CNC estatal, Jorge Armando Gaitán Sánchez, no rebuzna porque no se sabe la tonada. Entrevistado sobre los pre candidatos de su partido a la gubernatura del estado, el tío salió con su batea de babas: dijo que simpatizaba con la senadora Mely Romero Celis y con Rogelio El chatillo Rueda Sánchez, secretario General de Gobierno.

Es entendible que Gaitán Sánchez señale a la senadora, por ser militante en esa central, y al Chatillo Rueda, por ser su primo; pero de ninguna manera se justifica tamaña metida de pata. Cualquier otro podría externar sus simpatías por X o Z aspirante, no así un dirigente partidista, como es el caso de este inepto encargado del despacho cenecista.

Para acabar pronto, este sujeto podría haber mencionado a todos los pre –son como seis—; o bien, simplemente haberse quedado callado, argumentando algo como la institucionalidad o cosa parecida, pues no creo que le hayan apuntado con una pistola para que declarara. El caso es que Gaitán Sánchez abrió la bocaza y metió la patota.