El Presidente de la Asociación Estatal de Padres de Familia, Julio Magaña Cervantes, dio a conocer que a pesar que existe una normatividad para que en las escuelas no se vendan alimentos considerados como “chatarra”, hay maestras y maestros que no la cumplen y salen a comprar “refrescos y papitas” a la tienda de la esquina y regresan a la escuela con el producto.
Entrevistado sobre los resultados del programa contra la obesidad y sobre peso iniciado en la administración estatal de Silverio Cavazos Ceballos, consideró que aún con la aplicación en la mayoría de las escuelas del Programa contra la Obesidad Escolar, esta medida no es contundente, “pues no es solo lo que el menor consume en el centro educativo, sino se requieren hábitos alimenticios en todo momento”.
Consideró que “el tiempo y sesiones de alimentación que los niños y jóvenes tienen en la escuela no son determinantes para tener sobre peso u obesidad en una forma concluyente. No se puede decir que con lo que los niños comen en la escuela se general el problema de obesidad”.
Magaña Cervantes comentó que a pesar de la reglamentación existente, ha habido quejas contra algunos establecimientos escolares que venden alimentos que se encuentran fuera de la norma, “ha habido algunas quejas y se les da seguimiento, hay inspecciones de Secretaría de Salud y en la gran cantidad de casos se soluciona en el mismo plantel; hay algunos casos que se han tenido que acudir a instancias superiores”.
Así mismo señaló que existen algunos casos en donde, “incluso me ha tocado ver una maestra que entró a la hora del recreo a una escuela con unas papitas y un refresco, sale a un negocio a la esquina e ingresa con este tipo de alimentos, entonces si como adultos no somos capaces de moderarnos, al menos de cuando estamos siendo ejemplo de conducta ante nuestros alumnos, entonces no podemos esperar que ellos adopten estilos de vida saludable”.
Ante esto el Presidente de la Asociación Estatal de Padres de Familia hizo un llamado a las maestras y maestros que consumen alimentos considerados chatarra en horario escolar para que no lo hagan, señalando que con ello están infringiendo la Ley de Educación “porque al ser establecida en la Ley de Educación es una obligación que se respete, esos articulados en donde se amplió las medidas de restricción en torno a lo que se expende; no se pretende perjudicar a nadie, sino que simple y sencillamente es el de formar en hábitos alimentarios sanos a nuestros hijos y alumnos y creo que si podemos, cada quien, hacer un sacrificio y mientras estemos en horario de clases no consumir este tipo de alimentos”.
Magaña Cervantes resaltó que la medida está cumpliendo y aunque señaló “hay escuelas que puedan tener venta de alimentos de los considerados chatarra, un gran número de escuelas si adoptó medidas de educación en la alimentación, adoptaron la vigilancia que incluso los mismos padres de familia han hecho de lo que los expendedores llevan a las escuelas”.
Finalmente, Julio Magaña enfatizó que el programa si ha dado resultados aunque reiteró es necesario que como padres de familia se asuma la responsabilidad de mantener saludable a sus hijos, siendo uno de ellos, la alimentación que se les proporciona.
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A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
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