ENTRE LÍNEAS

CARLOS ÁVALOS GARCÍA | Opinión | 14/04/2014

EL HÁBITO NO HACE AL MONJE

Gran revuelo ocasionó el famoso video que en las redes sociales anduvo circulando, donde en una manifestación de gente del SUTUC, Mario Anguiano “se apeó amablemente a atender la gente como siempre” y escuchar sus demandas.

El escándalo se hizo luego de la coloquial frase donde el mandatario estatal en tono cariñoso les dijo a los manifestantes: “Si alguien los quiere hijos de la chingada soy yo”. Frase que le ha valido estar ya en los medios de comunicación nacional, y en los video virales de las más populares redes, tanto que si usted teclea en el buscador de google Si alguien los quiere hijos de la chingada soy yo inmediatamente aparece el listado de medios de comunicación nacionales que han llevado la nota a su rol de información.

En un comunicado el director de la dependencia respectiva René González Chávez, niega que el gobernador se haya encontrado en estado de ebriedad (SIC) y menos que haya confrontado a los manifestantes universitarios, ambas cosas, dejan mucho que desear en torno a la evidencia grabada, y mucho a la suposición.

Si bien los únicos que pudo haberles llegado “el patín” a Topochico y Buchanan´s 18, son los que estuvieron cerca en el momento de los hechos, pero de todos es sabido que al gober le gusta como a todo buen mexicano, tomarse unos alipuses cuando de andar a caballo se trata, o de asistir a eventos que tenga que ver con la charrería.

De la confrontación, pues no hubo prácticamente, simplemente no se pusieron de acuerdo, prometiendo que los recibiría, pero tampoco les precisó fecha, y a la llegada del párroco de catedral, como se observa en el video, simplemente los ignoró finalmente, que fue cuando se le apareció “el diablo”, o sea Locho Morán.

Que le cayó como anillo al dedo, pues fue el pretexto para salir como buen boxeador de la contienda, argumentando que así no se podía dialogar, luego de que el Panista caído en desgracia le espetara palabras señalándolo como corrupto, y por supuesto, el gober tiene quien lo defienda, pues salió René González Chávez como buen escudero a quitarle la tepocata de encima a su patrón.

Lo cierto es que el resbalón existió y pone en evidencia la maltratada imagen de Mario ante la sociedad colimense, y el argumento que da el director de comunicación a connotada revista donde dice que: “hubiera Arrastrado la voz si anduviera borracho”; pone en tela de juicio permanente entonces al mandatario, porque siempre la arrastra.

Finalmente el gobernador se fue con la banda, la bendición y las bebidas saliendo de Colima –así lo dijo el vocero- dejando en claro pues que: "fue una expresión coloquial de un mandatario que no pierde sus raíces pueblerinas"... en el entendido: "El hábito no hace al monje". Es cuanto.