ENTRE LÍNEAS

CARLOS ÁVALOS GARCÍA | Opinión | 08/04/2014

BYE CHUCHO

Al mero estilo de Lupillo Rivera cantando al son de Despreciado Me voy, así se fue Chucho Orozco de la API. No tiene cabida en ningún lado. No tiene oportunidad en el Gobierno de Mario Anguiano. No tiene cabida en el PRI, hasta el tamacuaz de Coquimatlán le dijo que no hay espacio en las filas del tricolor. Y junto con él se irán otros cuantos.

Sí, son los mismos que se tomaron las fotos en el Restaurant Mariscos la Huerta, donde se vanagloriaron del paso de Chucho de la Secretaría de Administración y Finanzas, y que prometían repartir rebanadas del pastel a sus amigos cercanos, y poco antes de escribir esta columna, checando perfiles del Face de los mismos sujetos, ya hasta las fotos eliminaron.

La lealtad es mal pagada, dice el popular y conocido dicho, pero la pregunta es: ¿Y a quien le era leal Chucho?... La lectura dice que a nadie, pues lo dejaron huérfano de sus afectos, todos aquellos que antes se iban a las fiestas y festejos personales del ex director de API.

Y aunque no lo inculpan directamente de influencias sobre el tráfico y paso de mercancías, las cuales según argumentos legaloides eran de las funciones pertenecientes a la Aduana, de la cual fueron también cesados algunos miembros, se puede intuir que este calambre ya venía bajo una sospecha de la Armada directamente sobre el sujeto en mención.

Y es que el enroque en la Aduana Manzanillo, levantó suspicacias desde un principio, la salida de Jorge Daniel Castro, por Silvia Maribel Pecina Torres, tenía un propósito: poner una gente experta en aduanas conflictivas y con maestría en Seguridad Nacional.

Con este tenor, era imposible que en tan poco tiempo las cosas hubieran cambiado de rumbo, Chucho a los pocos meses, como dicen en el argot popular mostró el cobre, y ahora falta que la concertacesión política le quite el golpe de cargos de mala administración de un inmueble nacional en sus respectivos incisos legales, además de enriquecimiento ilícito, de los cuales puede ser presunto responsable.

Y por supuesto que la toma de los puertos a nivel nacional por el acuerdo signado por el titular de Marina, fue el motivo principal de donde agarrarse, y muchos han dicho que no tiene nada que ver Chucho en estos entuertos, pero el más tonto de los ciudadanos se da cuenta que el pasado fin de semana hasta la circulación vehicular bajó en el puerto de Manzanillo, por la escasez del dinero negro, con el cual se sostiene en gran parte la economía manzanillense.

Aún quedará tela de donde cortar, las concesiones de los patios también tendrán una afectación, se intensificará la revisión de contenedores, y la baja al canje de muchos gafetes de ingreso al puerto de personas que no tienen como justificar su estadía dentro del recinto portuario, y que por cierto, no se volverán a aparecer.

La administración de la API dejó un pasado oscuro, la pregunta del millón es: ¿Se le dará el carpetazo como siempre a cambio de una negociación política?... la mejor conclusión la tiene usted amable lector, pero por hoy es cuanto.