Los representantes de Bios Iguana AC, Gabriel Martínez y Esperanza Zenil, aseguraron que existe un serio riesgo de que se estalle la violencia en la comunidad de Zacualpan en Comala, por el prevaleciente conflicto de la instalación de la Mina.
Gabriel Martínez, señaló que derivado de que la mayor parte de la población está en contra de que se permita explotar una mina en aquella zona, por las afectaciones que les provocaría, y dijo que ya se han presentado las primeras agresiones, por parte de uno de los hijos del comisario de bienes comunales, Carlos Guzmán Teodoro.
Esperanza Salazar Zenil explicó que ya se solicitó a la Procuraduría Agraria, Delegación Colima, a que convoque a nueva asamblea en la comunidad de Zacualpan.
Por su parte, Esperanza Salazar dijo que entre los agredidos se encuentran Dhylva y Jesús, “ya pasaron de las amenazas a las agresiones por parte de los hijos del presidente de bienes comunales, por lo que acudiremos a interponer las denuncias ante la Procuraduría General de Justicia del Estado y ante la Comisión de Derechos Humanos, contra esas personas”.
Abundó “queremos documentarlo porque sabemos que esto va a ser cada vez más grave cuando se vean más acorralados, la agresión puede ser mucho más fuerte”.
Jesús “N” dijo que él fue agredido física y verbalmente por uno de los hijos de Carlos Guzmán Teodoro, de nombre Rubén Guzmán, “a mí me ofendió física y verbalmente, fue reclamo, me fue a decir que por qué estamos haciendo tanto alboroto, que estamos en contra de su papá y que por qué estamos divulgando todo eso”.
Dijo que la respuesta es porque el comisario de bienes comunales está a favor de que se trabaje la mina y “ya se le ha dicho en tres ocasiones que no queremos que se trabaje la mina”.
A su vez, Dhylva “N”, dijo que “a mí físicamente no me agredió, fue verbalmente, fue el primero de diciembre con motivo de que yo estoy involucrada como él lo mencionó, en este movimiento de la lucha de no a la mina, y realmente no se debería de meter esa persona, porque es hijo del de Bienes Comunales”.
Fue el mismo hijo de Carlos Guzmán, fue Rubén Guzmán, quien me ofendió, “me dijo groserías muy feas que no quiero decir”.
Ambos agredidos dijeron tener temor de volver a sufrir agresiones, “pero vamos a seguir, sabemos que no estamos solos, están todos nuestros compañeros de la comunidad, que están luchando en contra de la mina. Sí me da miedo porque soy mujer, pero si a eso llegamos pues ni modo, porque vamos a seguir luchando para que no se meta la mina”.
La señora Epitacia Zamora Teodoro, integrante de la comunidad, declaró que otras comunidades indígenas en el estado como Alzada, El Encinito y Oyotitlán han sufrido las consecuencias de la minería.
“Yo soy original y nativa de Zacualpan y no quiero que se trabaje esa mina, ni quiero “haiga” estudios de nada, yo estoy aquí presente y voy a ponerme en la carretera para llamar la atención de todos los señores que pasan. Soy una persona del cerro que trabajo ahí diario, voy y subo y sin embargo, no me quejo de mis trabajos que son el maíz, las calabazas, los guajes que ya se tumbaron, los más grandes guajes y demás árboles bonitos”.
Epitacia Zamora dijo que el manantial se ha secado tres veces “y Carlos Guzmán, no hace la justicia, que él nos dé agua en el cerro del Rayón ni en el Cábano, él se ha posicionado con el dinero, dicen que él ha estado recibiendo mucho dinero, yo hasta ahorita no lo he visto, pero en una junta un señor le dijo “verdad Carlitos que tu recibiste el proyecto de los pollos a cambio del ojo del agua”, es lo que yo oí, él dice que no”.
Dijo que está dispuesta a enfrentar al presidente de bienes comunales, “como él quiera, pero no con pistola, como él dice, ni a sus hijos, yo aquí me presento delante de Dhylva y mi hijo, y le digo que sus hijos anduvieron reclamándole a todos en la calle, a mí no me buscaron, son mis sobrinos, ninguna vez me han faltado al respeto, pero en esto sí”.
Luego dijo que a consecuencia de la mina “ha habido muertos por los tóxicos que se necesitan para sacar esa mina, por la naturaleza, el medioambiente, recuerden que estamos dentro de una reserva (protegida)”.
Manifestó que con la explotación de la mina “desaparecería como pueblo indígena (…) prefiero seguir viviendo haciendo tamales de elote a que pongan esa mina”, añadió.
Señaló que el problema es que no se está respetando el derecho a las comunidades a ser consultadas, el derecho que tienen al consentimiento libre, previo e informado y que está plasmado en la propia Constitución, así como en distintos instrumentos internacionales, “las comunidades tienen el derecho a que se les informe y en este caso no saben ni qué empresa es la que va a llegar, ni qué tipo de minerales e
Total de Visitas 282065077
A partir del Lunes 11 de Abril de 2011
Desarrollada por HMH Sistemas
Template by OS Templates