Este martes se cumplen 11 años del terremoto registrado un 21 de enero de 2003, dejando severos estragos, lamentables muertes y destrucción en Colima, aún se pueden observar en territorio colimense, las secuelas que dejó tan lamentable suceso que aún sigue en la memoria y recuerdas con tristeza, nostalgia y melancolía.
El terremoto de Colima de 2003 fue un sismo ocurrido a las 20:06:34 horas local, el día 21 de enero de 2003, frente a las costas del estado de Colima, en el suroeste de México. El terremoto alcanzó una magnitud de 7.6 grados, aunque otras instituciones estimaron diversas magnitudes que van desde 7.7, 7.8, y 8.0 (MW). Todo el estado y algunas zonas de Michoacán y Jalisco fueron afectadas por el sismo.
El epicentro se localizó frente a las costas de Cuyutlán, Colima, a las 20:06:34 Tiempo del Centro. Tuvo una duración aproximada de 55 segundos, ocasionado debido al movimiento convergente entre la placa de Cocos y la Norteamericana.
Se presentaron varias réplicas de entre 3.7 y 5.8 grados que se extendieron hasta el 28 de enero de 2004.
Se produjo un maremoto pequeño que golpeó las costas entre 6 y 12 minutos después del sismo.
En Manzanillo se cayó el Edificio Federal. De igual forma quedo inhabilitado la clínica del ISSSTE en Colima, alrededor de 10 escuelas fueron derrumbadas en el estado, tres de ellas en la ciudad de Colima.
Derrumbes se presentaron el carretera Colima-Tecoman. Se reportó la muerte de 23 personas, aproximadamente 300 heridos, 10 mil viviendas afectadas y daños en la red eléctrica y de comunicaciones, principalmente en Colima, Villa de Álvarez, Pueblo Juárez, Coquimatlán y Zacualpan.
Igualmente se reportó del corte del suministro eléctrico durante varios minutos después del sismo. Poco después de ocurrido el sismo, el Ejército Mexicano en la capital y la Armada de México en las zonas costeras aplicaron el Plan DN-III y el Plan Marina para ayuda a la población. El agua de las tuberías comenzó a brotar con lodo, esto debido al severo movimiento al que fueron expuestas las tuberías y cañerías de la ciudad. Igualmente hubo diversas explosiones de tanques de gas e incendios estructurales.
Es de mencionar que, en recientes declaraciones el presidente de Colegio de Arquitectos, Juan Carlos Castañeda señaló que aún resta un 5 por ciento de viviendas dañadas por sismos en la zona conurbada de Colima y Villa de Álvarez por reparar que, de no ser atendidas, podrían representar un riesgo para la población.
Agregó que desde el 21 de enero de 2003 que se registró el sismo que dañó gran parte de la infraestructura de la entidad, no se ha atendido en su totalidad las viviendas dañadas y urgió a las autoridades para que éstas puedan reconstruirse.
Como colegio de arquitectos, señalaron que en el 2003 tuvieron una participación importante en la evaluación y elaboración del padrón de viviendas y edificios dañados, y junto con el gobierno del estado se formó el Fideicomiso Vive Colima, sin embargo, el recurso con el que se contaba no alcanzó para reconstruir el cien por ciento las viviendas dañadas.
El sismo que ocurriera un 21 de enero, pero hace 11 años, quedo inscrito entre los siete mas fuertes que han sacudido a Colima y que han provocado tanto pérdidas humanas como materiales. De acuerdo con Noé Guerra, integrante de la Sociedad Colimense de Estudios Históricos, entre los siete sismos más fuertes en Colima, se encuentran el ocurrido en 1818, el de enero de 1890, junio de 1932, abril de 1941, el de enero de 1973, septiembre de 1985 y el ocurrido en 1995.
El cronista señaló que la mayor cantidad de muertes en la época moderna se ha registrado en los temblores de 1995 en Manzanillo, con 50 decesos y en 2003 con 23.
Las pérdidas humanas y económicas, abundó, han sido cuantiosas. Así, señaló el derribo de la Villa de Almoloyan, daños a la población de Cuyutlán con el maremoto, el derrumbe de la torre norte de Catedral, el quebranto a Palacio de Gobierno, la caída del hotel Costa Real (Manzanillo), el colapso de edificio municipal en Armería, así como el daño a escuelas y caída de múltiples casas habitación (principalmente en la región centro de la entidad).
Resaltó que el primer registro de un sismo importante data del siglo XVI y fue hecho por los propios españoles, de manera ajena a los vestigios de datos mexicas que aún se conservan sobre estos fenómenos naturales.
Finalmente Noé Guerra Pimentel señala que según registros, el sismo del 2003 sucedió a las 8 de la noche con 6 minutos, con una duración de apenas 50 segundos; tuvo magnitud de 7.6 a 7.8 grados Richter y mediciones internaciones le dieron hasta 8 grados Richter. Además se originó por el movimiento de las Placas de Cocos y Norteamericana, cuyo epicentro fue a 10 kilómet
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