Analiza Red Ocelote propuesta de reglamento del Centro de Control Canino y Felino de Manzanillo

PEDRO PUENTE PÉREZ | Manzanillo | 07/12/2013

Manzanillo, Col. Integrantes de la Red Ocelote y de la asociación Recinto Animal estuvieron el pasado viernes en el ayuntamiento de Manzanillo analizando la propuesta de reglamento para el Centro de Control Canino y Felino de ese municipio, con lo cual se observa la disponibilidad de la administración municipal para trabajar en Conjunto, pidiendo opiniones y propuestas a organizaciones animalistas.

Lo anterior fue dado a conocer por Adriana Buenrostro que mencionó que la población de animales en el estado es grande y todos son provenientes de amos irresponsables que no esterilizaron a sus mascotas, hablando de los cuidados básicos.

Luego de analizar la propuesta de reglamente, indicó que como Red Ocelote “consideramos que el Centro de Control Canino y Felino presenta una tendencia evolutiva así como se propone en Manzanillo, es una opción adecuada de la mejor manera posible a la cultura existente, no solo en el municipio sino en todo el país”.

Agregó que es obligación de cualquier ciudadano y aún más de los activistas y organizaciones animalistas el educar e informar a la población intentando sembrar el respeto y responsabilidad hacia los animales y la no violencia hacia cualquier expresión de vida, “para que en un futuro ese Centro de Control Canino y Felino, pueda evolucionar en el tan soñado Centro de Bienestar Animal”.

Recordó que como asociación, “en Recinto Animal no contamos con albergue porque creemos que la operación de un albergue que pueda garantizar que los animales estarán libres de angustia, estrés, enfermedades, hambre, dolor y miedo es realmente difícil cuando no se cuenta con los recursos necesarios para poder pagar empleados con conocimientos, que puedan supervisar todos los días su estado y comportamiento; personal que se encargue de su socialización y atención individual, tomando en cuenta que con seguridad cada animal recogido de la calle presentará al menos un síntoma de que su salud está comprometida, haciéndolo a él y a los otros susceptibles de contagios”.

Adriana Buenrostro comentó que está comprobado que los refugios fomentan la irresponsabilidad social, al ver los dueños de animales la facilidad de deshacerse de ellos ante cualquier contratiempo o disgusto y después poder adquirir otro, “cuando lo que se busca es lo contrario, se trata de sensibilizar a la sociedad de hacerla consciente de su responsabilidad no de fomentar el abandono”.